Bodas de sangre

Este poema está rescatado de los recuerdos de gente del Campo de Níjar, en Almería, España, a partir de los hechos sucedidos en el Cortijo del Fraile, que fueron llevados al teatro en versión libre por Federico García Lorca en el drama, ‘Bodas de Sangre’. El autor de la revisión de los textos y de las ilustraciones es Enrique Martínez-Salanova Sánchez

1

Sagrada Virgen del Mar,

Madre de los afligidos,

dame tu divina gracia,

de corazón te lo pido

para poder relatar

el crimen más vengativo

que ha visto la humanidad.

2

En la provincia de Almería,

por toda España es nombrado,

hay un pueblo de importancia

el cual Níjar es llamado.

En el cortijo del Fraile

vive Francisco Cañadas

querido de todo el campo

por ser de familia honrada.

3

Este sigue su labor

en ese cortijo hermoso

por no tener más que hijas

siempre tiene muchos mozos.

La hija mayor que tenía

que era una buena mujer

con un mozo se casó

que se llamaba José.

4

Y cuando su hija se casó

con un hombre honrado y bueno

en un cortijo la pone

que se llama Jabonero.

José siembra ese cortijo,

se hizo un buen labrador

por ser sus hijos pequeños

a un hermano recogió.

5

Casimiro así se llama

el hermano de José;

lo han criado como a un hijo

lo mismo él que su mujer.

Casimiro ya creció

y un día empezaron a hablar:

te has de poner en estado

con Francisca mi cuñá.

6

Mi cuñá es coja y fea

su padre la tiene dotada,

te vas a casar con ella

que el dinero no se vaya.

Su hermano tomó el consejo

y al Fraile se encaminó

y siendo todos conformes

la boda se preparó.

7

Estando todo completo

dos borregos se mataron

para dar buena comida

a todos los convidados.

A las once de la noche

dispone Paco Cañadas

se acuesten todos un rato

que hay que irse de madrugada.

8

Ya que todos se acostaron

y todos dormían bien

a las dos de la mañana

llegó José y su mujer,

Padre, abra usted la puerta

y el padre se levantó.

Ha conocido en su yerno

que algo malo le pasó.

9

Se levanta el personal

preguntando qué ha pasado,

Al novio van a contar

que la novia se ha fugado.

Al ver un drama tan feo,

cada cual se preparó

cada uno con sus mulos,

todos buscando al ladrón.

10

Todos comentando el hecho

Manuel Montes se marchó

y a una legua del cortijo

con un muerto se encontró.

Se para a reconocerlo

y a su hermano conoció,

Oye una voz de mujer

que le dice estas palabras:

11

“Primo, dame cuatro tiros,

por mí, a tu hermano han matado”

Ande que te mate Dios,

dime quién lo ha asesinado.

La novia le contestó:

“No te lo puedo decir

que ha sido un enmascarado”.

Se marchó para el cortijo

a contar lo que ha pasado.

12

El mismo hermano del muerto

a Níjar se encaminó

a dar cuenta al señor juez

de todo lo que pasó

y en el sitio del suceso,

al llegar la autoridad,

ven a Paco Montes muerto

y a Francisca medio ahogá.

13

Cogen a Francisca presa,

a su hermana, a su cuñado

y a su novio Casimiro

y al padre que la engendró.

Y en la otra segunda parte

daremos cuenta y razón

de la declaración del novio

y lo que la novia habló.

14

A Casimiro Pérez, el novio,

le toman declaración.

“No sé nada, señor juez,

ni fui yo quien lo mató.

Yo le juro, señor juez,

si los hubiera visto yo

a el le hubiera dado un tiro

y a ella le hubiera dado dos”.

15

Manda el señor juez

que entre la novia,

dando algunas cojetadas

a prestar declaración,

el señor juez le pregunta:

“¿Quién ha matado a tu primo?,

¿por qué te fuiste con él

siendo novio Casimiro”.

16

“A mi primo Paco Montes,

señor juez, siempre he querido.

De él estaba enamorada

y no quería a Casimiro.

Si di palabra a mi padre

de unirme con ese hombre

es porque mi primo Paco

de mí no quería ni el nombre”.

17

Lo convidamos a la boda,

hablé un poco con mi primo

y le dije: “Hazme feliz”.

Me dijo: “Vente conmigo”.

Le dije llena de gozo:

“En la calle espérame”.

“Salí y me monté en su mulo,

apretamos a correr.

18

Divisamos unos bultos

y entonces le dije yo:

Paco, mi cuñao y mi hermana

defiéndete, por favor.

Metió mano a su revólver

y José se lo quitó.

Y con su mismo revólver

tres tiros le disparó.

Mi hermana a mí me agarró.

19

Cuando me dejó por muerta

se retiraron los dos.

Esto es lo que puedo decir

y esta es la pura verdad”.

Entonces el juez ordena

que le den la libertad;

manda el juez que entre José

y José se presentó.

20

 Todo lo que preguntaron

al principio se negó

y no tuvo más remedio

que decir: “Yo lo maté

y fue en una grande lucha

que tuve que hacer con él”.

21

Mi mujer cogió a su hermana

porque éste era su deber.

La cogió de la garganta

porque era de temer.

Lo sacaron del juzgado,

lo llevan en conducción

y la mujer de José

en la iglesia se metió.

22

Se hinca Carmen de rodillas,

al pie del altar mayor.

Y a la Virgen del Carmen

esta súplica le echó:

“Sagrada Virgen del Carmen,

a tus plantas yo me humillo.

Dame valor, madre mía,

¿qué hago yo con mi chiquillo?

Mi niño de quince meses

sin tener calor de nadie.

23

A Sorbas nos llevan presos,

lo mismo a mí que a su padre.

Sagrada Virgen del Carmen,

dime lo que pasará.

Estando yo en Sorbas presa,

¿quién le dará de mamar?

Señor Redentor del mundo,

yo me quisiera morir.

24

Señor, quítame la vida

que más no puedo sufrir”.

La sacaron de la iglesia,

la llevan en conducción.

A la cárcel de Sorbas

con su marido ingresó.

Ahora el que esto os cuenta

os ruega de corazón:

dispensen todos las faltas,

que tenga en conversación.

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