ENSAYO BIOGRÁFICO AUTORIZADO Artículo: Milagros Soler Cervantes ®
Pedro llegará a Madrid en el año 1965 y tras recorrer varias ciudades de la Península, en 1977 decide fijar su domicilio en Granada. Fue alumno de María Izquierdo Rojo de la que adoptará conceptos plásticos aprehendidos de fundamentos lingüísticos y semánticos que armonizan su elevada espiritualidad personal con sus inquietudes plásticas. Siempre preocupado por la investigación del color y las formas, entendidas como resultado de una dinámica sensorial interior, buscará también principios filosóficos orientales (taoísmo) para terminar de definir la identidad de sus obras.
En el año 1978 se ubicará en la
Alpujarra granadina creando, en el pueblecito de Yegen, un refugio personal en el que albergará uno de sus estudios de pintura en Granada. El encuentro con el mar se producirá en un
viaje a Galicia (1981) y del que nos deja sus impresiones en su “Serie Blanca”. A través de la experimentación pictórica intenta reflejar las vivencias que han ido conformando su identidad personal. Celan, Baudelaire, Rimbaud desde el mundo literario. En el musical, Olivier Messiaen y Manuel de Falla. Poetas medievales como Meng Haoran o el refinamiento cultural de paisajes idealizados forman también parte de su cosmogonía. Recorre míticas geografías localizadas en paisajes orientales de Japón y China que interpreta desde sensaciones y recuerdos de su infancia. Todo su mundo interior, toda su biografía emocional la vemos transmutada, materializada, en cada una de sus pinturas. La música de Manuel de Falla, los paisajes y jardines de la Alhambra, la efervescencia vital de los rincones alpujarreños son una constante, tanto en sus pinturas como en sus escritos. Es frecuente ver en sus trabajos un estudiado desorden que obedece a una cuidada intención de separar el protagonismo cromático del formal. Los trazos de color no se enmarcan en los dibujos creados para alojarlos, sino que adquieren vida propia huyendo de los perfiles concebidos para contenerlos. Es una huida hacia la libertad espiritual desprendiéndose de la materia, prescindiendo de lo superfluo y sostenida en la búsqueda de lo fundamental sin desechar lo anecdótico.
1 El agua y los jardines serán elementos frecuentes en la obra de Pedro Garciarias. 1.- "Horizonte" 2.- "Jardín de noche, jardín de día"
A lo largo de su trayectoria artística irá
experimentando distintas técnicas que pone al servicio de su propia evolución
espiritual. Las
Progresivamente iniciará una nueva etapa en la que el estudio de los volúmenes y su preocupación descriptiva se orienta hacia nuevos ensayos iconográficos. También consolida su proyección de la pintura en lienzos hacia objetos cotidianos como tazas, abanicos o violines, por ejemplo. Será en los años noventa cuando sus pinturas adoptan un nuevo ritmo basándose en los principios del isomorfismo. Pretende transmitirnos sus experiencias desde un proceso de interiorización del entorno, que se proyecta hacia un exterior colectivo con aspectos perfectamente descritos que, no obstante y a través de los colores, nos conecta el mundo sensorial de su creador y nuestro propio mundo interior. En la última década la evolución de su obra ha estado estrechamente vinculada a su experiencia vital. Si hasta ahora uno de sus objetivos era trasmitirnos desde su paleta el aura de los objetos y su relación con el alma humana, en los últimos años esta direccionalidad parece haberse invertido: ahora es el aura del ser humano la que impregna las formas.
"Un cometa en mi jardín"(1979) y dos cuadros de la serie "Los Vasos Azules" (2010)
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