¿Dónde se podría seguir la búsqueda de Federico
García Lorca? Es evidente, y está documentado, que
la última vez que el poeta fue visto con vida, la
noche del 17 al 18 de agosto de 1936, iba con otros
detenidos y entre fusiles por la carretera de Víznar
a Alfacar. Los asesinos no dejaron huella de su
crimen ni de los casi 2.000 que hay por este paraje.
Una de las
posibilidades más interesantes a tener en cuenta, y
apoyada por Ian Gibson, sería al otro lado del
Parque García Lorca, junto al ya mítico olivo.
Existe el testimonio fotográfico dejado por María
Luisa Illescas que habla de este lugar. Illescas
pasó el verano del 36 en casa de sus tíos en Víznar
y, como le confesó a la Diputación de Granada, la
noche del crimen los asesinos se alojaron en esa
casa. El responsable del pelotón de ejecución llevó
al tío de Illescas hasta el lugar de los hechos
pocos días después, sacando una fotografía hoy
conservada en una caja fuerte de la Diputación.
Este lugar en esos años estaba lleno de pozos, lo
que facilitaría no tener que cavar hoyo alguno para
las víctimas, que serían rematadas aquí a sangre
fría. En la actualidad, sobre esta tumba –donde es
seguro que sí hay varias decenas de granadinos
asesinados–se han construido numerosas viviendas.
Testigo presencial
El Caracolar es
otro de los parajes que siempre se señaló y donde la
Asociación de la Memoria Histórica de Granada quería
iniciar las exhumaciones el pasado año.
Pero las
fuentes que indicaban este emplazamiento eran
vecinos de Víznar, ninguno testigo presencial de los
hechos. Habría sido un rumor extendido con el paso
de las décadas, pero no basado en pruebas de peso.
Por su parte, el barranco de Víznar, fosa común de
centenares de asesinados, también ha sonado como el
lugar en el que Lorca habría sido trasladado después
del crimen, para que su cuerpo quedara finalmente
perdido entre los restos de otros asesinados.
LA RAZÓN localizó
el pasado verano otro posible escenario del entierro
de Lorca, también entre Víznar y Alfacar, a medio
camino de Fuente Grande y el barranco. El lugar,
frente al antiguo Cortijo del Pepino, ha sido
señalado por dos fuentes distintas. Una de ellas es
Fernando Nestares, hijo de José María Nestares, jefe
del sector militar de Víznar. Su padre fue uno de
los últimos en ver a Lorca con vida aquella noche.
No habló con Lorca, pero ordenó a su enlace Manuel
Martínez Hueso que vigilase el piquete.
Posteriormente le señalarían el lugar exacto donde
se enterró al poeta. Otro testigo,
Antonio Contreras Hita,
entre 1939 y 1940 empezó con su hermano José la
replantación forestal de la zona. Para las
autoridades franquistas plantar pinos en este lugar
les permitía disimular las muchas fosas existentes y
muy visibles.
A los hermanos Contreras se les dijo que allí
estaba Federico García Lorca, bajo un olivo.
TERMINA LA EXCAVACIÓN: NI LORCA NI LA SUPUESTA FOSA APARECEN
18 Diciembre 09 - Granada - Agencia E.F.E.
La excavación de las seis posibles fosas en el paraje de Alfacar, donde algunas investigaciones situaban los restos del poeta Federico García Lorca, ha culminado sin que se haya localizado ningún resto humano y con evidencias científicas de que "nunca hubo enterramientos en esa zona".
La consejera andaluza de Justicia, Begoña Álvarez, ha hecho el anuncio en una rueda de prensa convocada para presentar un avance del informe final de las excavaciones (descárgueselo en el documento adjunto).
Las evidencias científicas se sustentan en la distancia, de unos 40 centímetros, que hay entre la superficie de la zona explorada y la roca hallada en su momento durante las labores de excavación, que hace imposible la existencia en ese lugar de fosas porque "lo normal" es que éstas tengan un metro y medio de profundidad.
A eso se une el
hecho de que
no se ha hallado "ni un
sólo hueso ni una
esquirla",
como
tampoco casquillos de
bala o restos de ropa,
según la consejera, para
quien el resultado de la
excavación, realizado a
petición de la
Asociación para la
Recuperación de la
Memoria Histórica de
Granada en nombre de
familiares de algunos de
los supuestamente
fusilados junto a Lorca,
"no es un fracaso",
sino un "impulso" para
seguir avanzando en la
recuperación de la
memoria.
Durante los
trabajos de excavación,
que culminaron el
miércoles pasado y han
sido llevados a cabo de
forma manual por un
equipo de cinco
arqueólogos,
se ha rastreado una
superficie de 267,75
metros cuadrados
y se han extraído 75,76
metros cúbicos de
sedimentos.
Las áreas de
excavaciones fueron
seleccionadas tras la
exploración del terreno
llevada a cabo por el
Instituto Andaluz de
Geofísica con el uso de
un geo- radar, que
detectó en la zona seis
movimientos de tierra
que podían
corresponderse con seis
fosas.
Cuatro de ellas
fueron excavadas en una
primera fase que dio
como resultado el
hallazgo de una gran
roca, y las dos
restantes (situadas
junto al monolito
erigido en nombre del
poeta, donde algunas
investigaciones situaban
el supuesto
enterramiento de Lorca)
en una última
intervención, que
tampoco ha arrojado
resultados.
La actuación de
la Consejería de
Justicia trataba de dar
respuesta a las familias
de los fusilados
supuestamente junto a
Lorca que solicitaron la
búsqueda e
identificación de los
restos de sus parientes,
lo que excluía a los del
poeta, cuya
familia se mostró
contraria desde un
principio a la apertura
de la fosa.
LA JUNTA SE DEJA 60.000 EUROS TRAS LOS HUESOS DE LORCA
18 Diciembre 09 - Granada - La Razón
Levantará una «instalación vanguardista» en el lugar de la búsqueda
Tras el fracaso en la
búsqueda de los huesos
de Lorca, la pretensión
de la Junta de
Andalucía, que atenderá
otras peticiones de
búsqueda de familiares o
de las asociaciones
cuando se trate de
proyectos documentados y
viables, es que la zona
en la que se ha actuado,
el Parque Federico
García Lorca de Alfacar,
siga siendo "un mito",
porque, si no en esa
zona en concreto, sí en
sus proximidades se
llevaron a cabo
fusilamientos.
Con la intención de
asociar ese lugar con
"el arte y la
vanguardia", la Junta ha
anunciado que
levantará allí una
"instalación"
vanguardista que hará
"un artista de primera
fila".
A ella
se destinará la parte de
la subvención de 60.000
euros que se otorgó a la
Asociación para la
Recuperación de la
Memoria Histórica
de Granada
para llevar a cabo los
trabajos de excavación y
posterior identificación
de restos de haber sido
hallados. La subvención
se otorgó en virtud del
convenio suscrito el 16
de octubre entre la
Junta, la asociación, la
Universidad de Granada,
el Ayuntamiento de
Alfacar y la Diputación
Provincial -como
propietaria de los
terrenos a excavar- para
dar cobertura legal a
los trabajos.
Lo cierto es que,
más de 73 años después
de su fusilamiento, el
18 de agosto de 1936, y
tras casi dos meses de
excavaciones en la
Fuente Grande de Alfácar
(Granada) sin aparecer
ningún resto,
el lugar de
enterramiento de García
Lorca sigue siendo un
enigma.
Poeta destacado de la
Generación del 27, se ha
convertido en un símbolo
de las víctimas de la
Guerra Civil, pero la
localización exacta de
su enterramiento y la
recuperación de sus
restos ha sido fuente de
polémica desde que se
planteó esta
posibilidad.
Su familia se ha
opuesto reiteradamente a
la búsqueda,
argumentando que no
querer abrir la fosa no
significa no querer
saber. Afirmaban que no
deseaban que la
exhumación se
convirtiera en un
espectáculo mediático.
Por el contrario, el
hispanista y
especialista en el autor
de "Romancero Gitano",
Ian Gibson, siempre se
ha mostrado partidario
de la recuperación de
sus restos,
por considerar que
"debería ser una
cuestión de Estado".
Los trabajos de
excavación para
descubrir el
enterramiento comenzaron
el 29 de octubre de
2009, por decisión de la
Junta de Andalucía, tras
la petición cursada por
los familiares de tres
de los fusilados y
enterrados supuestamente
en la misma fosa común
que el poeta: el
banderillero
Francisco Galadí,
el inspector
Fermín Roldán
y el restaurador
Miguel Cobo.
Además, se tuvo en
cuenta la solicitud
hecha por la CGT en
memoria del también
banderillero
Joaquín Arcollas,
que se encontraría en el
mismo lugar.
Las excavaciones
de la seis posibles
fosas se sitúan en la
Fuente Grande de Alfácar,
en Granada, lugar
señalado, entre otros,
por Gibson, después de
que durante años se
pensara que el poeta
estaba enterrado en el
barranco de Víznar.
La fuente principal de
Gibson fue el enterrador
Manuel Castilla,
conocido como "Manolo el
Comunista".
Sin embargo, un amigo
del enterrador ha
afirmado que Castilla
"le tomó el pelo al
guiri" y que en realidad
no se acordaba de dónde
estaba enterrado.
Otros investigadores
como Gabriel Pozo
sostienen también que
años más tarde Manuel
Castilla se desdijo y
afirmó que llegó tres
días después de los
hechos, por lo que ni
vio a Lorca ni participó
en su enterramiento.
Gabriel Pozo cree que
Lorca fue enterrado en
la zona del Caracolar,
próxima a la Fuente
Grande de Alfácar donde
se le ha estado
buscando, y después
desenterrado y
trasladado a otro lugar
para ocultar pruebas de
su muerte ante los
reproches que comenzaron
a llegar desde el
extranjero.
La tesis de este
investigador, expuesta
en su libro
"Lorca, el último paseo",
es que el cadáver del
poeta está en alguna
fosa común sin
determinar. En este
libro, publicado hace
unos días, Pozo recoge
también el testimonio
póstumo, inédito hasta
ahora, de la actriz
Enma Penella, hija de
Ramón Ruiz Alonso, quien
supuestamente detuvo a
Lorca
en casa de los Rosales.
Según Penella, el
delator del poeta fue el
hijo mayor de esta
familia.
Los trabajos
infructuosos llevados a
cabo en Alfácar hacen
dudar de la veracidad de
los datos manejados
hasta ahora por el
historiador
irlandés/español.