INICIO WEB LITERATURA FEDERICO GARCIA LORCA - ÍNDICE OBRAS ARTÍCULOS

 

ARTÍCULOS SOBRE EL CASO DE FEDERICO GARCÍA LORCA

Publicados en La Razón. es - Cultura

 

 

- SUS CUATRO ENTIERROS

- TERMINA LA EXCAVACIÓN. Ni Lorca ni la supuesta fosa  aparecen

- LA JUNTA SE DEJA 60.000 EUROS TRAS LOS HUESOS DE LORCA

 

 

 

SUS CUATRO ENTIERROS

por Víctor Fernández- Granada

18 Diciembre 09 -

 

VOLVER A INICIO DEL ARTÍCULO

Sus cuatro entierros

 

¿Dónde se podría seguir la búsqueda de Federico García Lorca? Es evidente, y está documentado, que la última vez que el poeta fue visto con vida, la noche del 17 al 18 de agosto de 1936, iba con otros detenidos y entre fusiles por la carretera de Víznar a Alfacar. Los asesinos no dejaron huella de su crimen ni de los casi 2.000 que hay por este paraje.
Una de las posibilidades más interesantes a tener en cuenta, y apoyada por Ian Gibson, sería al otro lado del Parque García Lorca, junto al ya mítico olivo. Existe el testimonio fotográfico dejado por María Luisa  Illescas que habla de este lugar. Illescas pasó el verano del 36 en casa de sus tíos en Víznar y, como le confesó a la Diputación de Granada, la noche del crimen los asesinos se alojaron en esa casa. El responsable del pelotón de ejecución llevó al tío de Illescas hasta el lugar de los hechos pocos días después, sacando una fotografía hoy conservada en una caja fuerte de la Diputación. Este lugar en esos años estaba lleno de pozos, lo que facilitaría no tener que cavar hoyo alguno para las víctimas, que serían rematadas aquí a sangre fría.  En la actualidad, sobre esta tumba –donde es seguro que sí hay varias decenas de granadinos asesinados–se han construido numerosas viviendas.


Testigo presencial


El Caracolar es otro de los parajes que siempre se señaló y donde la Asociación de la Memoria Histórica de Granada quería iniciar las exhumaciones el pasado año. Pero las fuentes que indicaban este emplazamiento eran vecinos de Víznar, ninguno testigo presencial de los hechos. Habría sido un rumor extendido con el paso de las décadas, pero no basado en pruebas de peso. Por su parte, el barranco de Víznar, fosa común de centenares de asesinados, también ha sonado como el lugar en el que Lorca habría sido trasladado después del crimen, para que su cuerpo quedara finalmente perdido entre los restos de otros asesinados.


LA RAZÓN localizó el pasado verano otro posible escenario del entierro de Lorca, también entre Víznar y Alfacar, a medio camino de Fuente Grande y el barranco. El lugar, frente al antiguo Cortijo del Pepino, ha sido señalado por dos fuentes distintas. Una de ellas es Fernando Nestares, hijo de José María Nestares, jefe del sector militar de Víznar. Su padre fue uno de los últimos en ver a Lorca con vida aquella noche. No habló con Lorca, pero ordenó a su enlace Manuel Martínez Hueso que vigilase el piquete. Posteriormente le señalarían el lugar exacto donde se enterró al poeta. Otro testigo, Antonio Contreras Hita, entre 1939 y 1940 empezó con su hermano José la replantación forestal de la zona. Para las autoridades franquistas plantar pinos en este lugar les permitía disimular las muchas fosas existentes y muy visibles.

A los hermanos Contreras se les dijo que allí estaba  Federico García Lorca, bajo un olivo.

 

TERMINA LA EXCAVACIÓN: NI LORCA NI LA SUPUESTA FOSA APARECEN

18 Diciembre 09 - Granada - Agencia E.F.E.

VOLVER A INICIO DEL ARTÍCULO

 Termina la excavación: ni Lorca ni la supuesta fosa aparecen

La excavación de las seis posibles fosas en el paraje de Alfacar, donde algunas investigaciones situaban los restos del poeta Federico García Lorca, ha culminado sin que se haya localizado ningún resto humano y con evidencias científicas de que "nunca hubo enterramientos en esa zona".

 

La consejera andaluza de Justicia, Begoña Álvarez, ha hecho el anuncio en una rueda de prensa convocada para presentar un avance del informe final de las excavaciones (descárgueselo en el documento adjunto).

 

       Las evidencias científicas se sustentan en la distancia, de unos 40 centímetros, que hay entre la superficie de la zona explorada y la roca hallada en su momento durante las labores de excavación, que hace imposible la existencia en ese lugar de fosas porque "lo normal" es que éstas tengan un metro y medio de profundidad.


       A eso se une el hecho de que
no se ha hallado "ni un sólo hueso ni una esquirla", como tampoco casquillos de bala o restos de ropa, según la consejera, para quien el resultado de la excavación, realizado a petición de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada en nombre de familiares de algunos de los supuestamente fusilados junto a Lorca, "no es un fracaso", sino un "impulso" para seguir avanzando en la recuperación de la memoria.


       Durante los trabajos de excavación, que culminaron el miércoles pasado y han sido llevados a cabo de forma manual por un equipo de cinco arqueólogos,
se ha rastreado una superficie de 267,75 metros cuadrados y se han extraído 75,76 metros cúbicos de sedimentos.


     
  Las áreas de excavaciones fueron seleccionadas tras la exploración del terreno llevada a cabo por el Instituto Andaluz de Geofísica con el uso de un geo- radar, que detectó en la zona seis movimientos de tierra que podían corresponderse con seis fosas.


       Cuatro de ellas fueron excavadas en una primera fase que dio como resultado el hallazgo de una gran roca, y las dos restantes (situadas junto al monolito erigido en nombre del poeta, donde algunas investigaciones situaban el supuesto enterramiento de Lorca) en una última intervención, que tampoco ha arrojado resultados.


       La actuación de la Consejería de Justicia trataba de dar respuesta a las familias de los fusilados supuestamente junto a Lorca que solicitaron la búsqueda e identificación de los restos de sus parientes, lo que excluía a los del poeta, cuya
familia se mostró contraria desde un principio a la apertura de la fosa.
 

 

 

LA JUNTA SE DEJA 60.000 EUROS TRAS LOS HUESOS DE LORCA

18 Diciembre 09 - Granada - La Razón

Levantará una «instalación vanguardista» en el lugar de la búsqueda VOLVER A INICIO DEL ARTÍCULO

El hispanista Ian Gibson, en Granada

 

      Tras el fracaso en la búsqueda de los huesos de Lorca, la pretensión de la Junta de Andalucía, que atenderá otras peticiones de búsqueda de familiares o de las asociaciones cuando se trate de proyectos documentados y viables, es que la zona en la que se ha actuado, el Parque Federico García Lorca de Alfacar, siga siendo "un mito", porque, si no en esa zona en concreto, sí en sus proximidades se llevaron a cabo fusilamientos. Con la intención de asociar ese lugar con "el arte y la vanguardia", la Junta ha anunciado que levantará allí una "instalación" vanguardista que hará "un artista de primera fila".


      
A ella
se destinará la parte de la subvención de 60.000 euros que se otorgó a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada para llevar a cabo los trabajos de excavación y posterior identificación de restos de haber sido hallados. La subvención se otorgó en virtud del convenio suscrito el 16 de octubre entre la Junta, la asociación, la Universidad de Granada, el Ayuntamiento de Alfacar y la Diputación Provincial -como propietaria de los terrenos a excavar- para dar cobertura legal a los trabajos.


       Lo cierto es que, más de 73 años después de su fusilamiento, el 18 de agosto de 1936, y tras casi dos meses de excavaciones en la Fuente Grande de Alfácar (Granada) sin aparecer ningún resto,
el lugar de enterramiento de García Lorca sigue siendo un enigma. Poeta destacado de la Generación del 27, se ha convertido en un símbolo de las víctimas de la Guerra Civil, pero la localización exacta de su enterramiento y la recuperación de sus restos ha sido fuente de polémica desde que se planteó esta posibilidad.


       Su familia se ha opuesto reiteradamente a la búsqueda, argumentando que no querer abrir la fosa no significa no querer saber. Afirmaban que no deseaban que la exhumación se convirtiera en un espectáculo mediático.
Por el contrario, el hispanista y especialista en el autor de "Romancero Gitano", Ian Gibson, siempre se ha mostrado partidario de la recuperación de sus restos, por considerar que "debería ser una cuestión de Estado".


       Los trabajos de excavación para descubrir el enterramiento comenzaron el 29 de octubre de 2009, por decisión de la Junta de Andalucía, tras la petición cursada por los familiares de tres de los fusilados y enterrados supuestamente en la misma fosa común que el poeta: el banderillero
Francisco Galadí, el inspector Fermín Roldán y el restaurador Miguel Cobo. Además, se tuvo en cuenta la solicitud hecha por la CGT en memoria del también banderillero Joaquín Arcollas, que se encontraría en el mismo lugar.


       Las excavaciones de la seis posibles fosas se sitúan en la Fuente Grande de Alfácar, en Granada, lugar señalado, entre otros, por Gibson, después de que durante años se pensara que el poeta estaba enterrado en el barranco de Víznar.
La fuente principal de Gibson fue el enterrador Manuel Castilla, conocido como "Manolo el Comunista". Sin embargo, un amigo del enterrador ha afirmado que Castilla "le tomó el pelo al guiri" y que en realidad no se acordaba de dónde estaba enterrado.


      
Otros investigadores como Gabriel Pozo sostienen también que años más tarde Manuel Castilla se desdijo y afirmó que llegó tres días después de los hechos, por lo que ni vio a Lorca ni participó en su enterramiento. Gabriel Pozo cree que Lorca fue enterrado en la zona del Caracolar, próxima a la Fuente Grande de Alfácar donde se le ha estado buscando, y después desenterrado y trasladado a otro lugar para ocultar pruebas de su muerte ante los reproches que comenzaron a llegar desde el extranjero.


       La tesis de este investigador, expuesta en su libro
"Lorca, el último paseo", es que el cadáver del poeta está en alguna fosa común sin determinar. En este libro, publicado hace unos días, Pozo recoge también el testimonio póstumo, inédito hasta ahora, de la actriz Enma Penella, hija de Ramón Ruiz Alonso, quien supuestamente detuvo a Lorca en casa de los Rosales. Según Penella, el delator del poeta fue el hijo mayor de esta familia.


       Los trabajos infructuosos llevados a cabo en Alfácar hacen dudar de la veracidad de los datos manejados hasta ahora por el historiador irlandés/español.

 

Para ver en su contexto original, pulsar aquí

 La Razón. es - Cultura