EL BARRIO DE LAS SALINAS DE CABO DE GATA
Artículo: Milagros Soler Cervantes ©
La zona de litoral que se extiende al pie de las estribaciones de la Sierra de Gata fue ocupada desde la antigüedad como demuestra restos arqueológicos de prospecciones recientes. Se tienen noticias de un almacén de sal en la zona que se remonta al siglo XVIII, si bien ya los fenicios y los romanos explotaban sus recursos marineros, tanto del pescado como de la sal.
El actual barrio conocido como "Las Salinas" de Cabo de Gata surge ante la necesidad de proporcionar viviendas para alojar a los trabajadores y a sus familias, empleados con carácter permanente en la recolecta de la sal. En un principio se contrataban a pescadores y habitantes de la zona, que alternaban y complementaban tales actividades con las tareas de pesca, siendo estas últimas su principal fuente de ingresos. Sin embargo, cuando se intensificó la producción de la sal a finales del siglo XIX y principios del XX, se hizo necesaria la contratación de gentes que procedían incluso fuera de la provincia. Con su llegada se plantearon diversos problemas estructurales en lo que se refería a las formas de transporte, la pernocta y alimentación de estos trabajadores.
Trabajadores en el astillero construyendo una barca para el transporte de la sal.
El mantenimiento y vigilancia de las instalaciones requería de una dedicación prácticamente absoluta, por lo que se decidió iniciar la construcción de un grupo de viviendas sociales con capacidad para albergar hasta un número de 100 personas. Aunque en la parte industrial ya existían locales dedicados al almacenamiento, las oficinas, varaderos y astilleros, la ampliación de las infraestructuras no podía limitarse sólo a las casas de los obreros, ya que con ellos se incorporaría, por lo menos, la población familiar infantil. Eso suponía instalaciones obligadas por la legalidad vigente para la escolarización y atención sanitaria de los niños. Se habilitó una escuela y casi, de forma inmediata, se inició la construcción de un lugar dedicado al culto católico: La hoy emblemática iglesia de Las Salinas, inaugurada en 1907. Dentro del recinto del edificio de la iglesia, bajo la nave del templo, se construyeron distintas habitaciones de utilización no bien determinada. Una de ellas acogió un columbario que nunca llegó a usarse.
Familias salineras en la puerta del poblado. Niños con sus maestros. Las niñas apenas se escolarizaban.
Tras la contienda civil española (1936), tanto la producción salinera como la población dedicada a su explotación sufrió un fuerte declive del que no volvió a recuperarse. Algunos trabajadores marcharon a la guerra y no regresaron. Los hijos de los empleados que permanecieron en las salinas emigraron y dejaron las casas como segunda vivienda a las que volvían durante los meses de vacaciones. Otras siguen ocupadas por los salineros jubilados, a los que les fue cedido el derecho de usufructo durante toda su vida.
Las casas se construyeron junto a las salinas, orientadas hacia las instalaciones de la empresa. Siguen el esquema implantado por el arquitecto Trinidad Cuartara en la capital (finales del siglo XIX,) para empresas como La Unión Almeriense o las que existieron en la Plaza de Pavía. Se edificaron cuando la afluencia de mano de obra para la industria uvera hizo necesario que se dotara la ciudad de un número considerable de viviendas para los trabajadores que venían de otras latitudes. Tienen planta rectangular de cubierta plana, con la única iluminación exterior que proviene de la puerta de acceso, con ventana junto a ella y ambas situadas en la fachada principal. Algunas tenían dos ventanas y patio posterior, lo que permitía otra ventana pequeña en el lado opuesto a la vivienda. Las habitaciones se distribuían a través de un pasillo longitudinal, único conducto de luz y ventilación. El conjunto de las viviendas se rodeó de un pequeño muro de menos de un metro de altura para evitar la invasión de la arena.
Los jóvenes emigraron del poblado. Camino de las salinas iglesia y poblado. Casas "puerta-ventana"
La desaforada explosión turística potenciada por la dictadura de Francisco Franco apenas repercutió en el lugar, ya que era zona de paso para otros puntos de mayor promoción en la comarca. Sin embargo, la declaración de Parque Natural en el año ____ puso este rincón de la costa en el punto de mira de los especuladores urbanísticos. A pesar de la protección para levantar nuevas construcciones en un lugar en el que la riqueza de flora y fauna es incuestionable, se han buscado recursos legales para seguir levantando casas de nueva planta con la consiguiente destrucción del patrimonio natural, cultural y etnológico, con el evidente deterioro de su paisaje. La irritante pasividad de las distintas Administraciones ante esta degradación manifiesta, y comparándola con actuaciones llevadas a cabo en otros países europeos, nos lleva a pensar en un antiguo eslogan desarrollista de los años sesenta que decía: "España es diferente". En eso, y en otras cuestiones de progreso, seguramente Almería es la provincia "más diferente" de la Península Ibérica.
Las construcciones incontroladas surgen por todas partes.
Del aspecto que tenía el antiguo poblado apenas quedan unos cuantos rincones.
(Fotos tomadas en el año 2010 por Jesús Vílchez)
01.02.2010 |
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