Pedro Garciarias
HAIKU Nº 19 - Año 2014
Cartel de Georges Barbier para la ópera Turandot
Pliegos del Azul
compuestos por un texto y doce haikus
de Pedro Garciarias, según la Escuela Shinkeikoo,
y una ilustración intervenida. Se acabó de imprimir en los
talleres de Bodonia artes gráficas, S.L., el 14 de diciembre
festividad de San Juan de la Cruz. Para el texto se han
utilizado caracteres Times, impreso sobre papel
Cyclus Offset de 140 g. La edición de este
n º 19 consta de 300 ejemplares
numerados del 1 al 300 y 30
en cifras romanas.
Ejemplar nº
Caminando por el sendero de una montaña en Primavera. Ma Yuan (1160-1225).
Pasea el caminante: es que le gusta madrugar, va canturreando aquello de "all alba vinceró!". Sube por un camino de piedras bajas, lentamente iluminadas por el sol naciente que vuelve aún más dorada la tierra, la sierra, los olivos.
Enciende el leve malva de las jedreas y la hierba resplandece bajo la gloria de la luz. Son los misterios del alba. Estamos a final de agosto. La Sierra de Gádor cubre de niebla sus pies y los valles. Cantan los pájaros. No huye el silencio.
Vengo de un mar de brumas blancas en movimiento, empujadas por el viento del este. El sol rasga sus velos y se filtra hasta la tierra cálida: te baste el suelo, ni más ni menos.
Me llega de repente a la memoria, aquel célebre haiku, creo que es de Basho: "tras una verja / Buddha alcanza el nirvana / nadie lo ve". Toques de luz muy blanca parpadean en la camisa, ¡ah, se posa su mariposa!
Llego al Jardín, "toda rosa es un presagio" escribía Rilke, abro sus puertas y las dejo abiertas de par en par, ¡el apogeo de las rosas! Tras su tapia sigue gritando la peste. Seguirá abierto por si alguien quiere refugiarse en él. Abro un jardín desde el cuadro.
Aquí solo hay vida. Vida, y nada más que vida.
Jardín de Yegen, Alpujarra de la Sierra, octubre 2013.
Fragmento de la obra Campesinos regresando alegres del trabajo. Ma Yuan (1160-1225).
Te nombro guardián del jardín de la Villa, quien quiera que seas, con tal que seas un hombre libre, no temas aquí los lazos de la ley, ve adonde quieras, pide lo que quieras, sal cuando quieras, aquí todo está dispuesto más para el invitado que para el dueño.
Inscripción de un mármol que estuvo colocado en una de las puertas de la Villa Borghese y conserva el Museo Nacional de Roma.
Rama de melocotonero en flor. Ma Yuan (1160-1225).
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Latidos en el vaso De repente iluminado ¡Ah, murmullo de dalias!
Una y otra vez Entre los pies Las piruetas de la mariposa
Dibuja el sol al amanecer Sobre las piedras bajas La sombra del caminante
Los estorninos le siguen Baten alas en bandada ¡Qué música en el aire!
Se derrama desde la tapia La marea del jazminero ¡Ah, la noche estrellada!
Sobre la ropa planchada Se posa el rocío Y aquel olor a lavanda
Suena el gong del reloj Dos mirlos juegan en la higuera Arde el campo bajo el sol
Tras la ventana entornada Canta un colorín ¡Ah, el tajo y los almendros!
¡El naranjo en flor! Y todo el cielo se refleja ¡En un trozo de vidrio!
No llegaron las golondrinas Un verano sin ellas Suena diferente
Encuentro la tierra Cada vez con más flores Pero solo pide un susurro de álamos
La acequia enloquecida Se desborda maravillada ¡Ah, lo inunda todo!
Música: Nessun Dorma de la ópera Turandot de Giacomo Puccini. BBC Concert Orchestra
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