José María López Mezquita
(1883 - 1954)
BIOGRAFÍA Artículo: Milagros Soler Cervantes
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José María López Mezquita es, sin lugar a dudas, uno de los grandes representantes de la pintura española del siglo XX, habiéndose ganado un puesto de honor por méritos incuestionables entre los mejores retratistas de todos los tiempos.
Nació en Granada el día 25 de Abril de 1.883 en el seno de una familia de comerciantes, manifestando desde muy niño extraordinarias dotes artísticas. Estudió Bachillerato y a los nueve años inicia el aprendizaje en su ciudad natal, asistiendo a clases en el taller de José Larrocha. A los once, la realización de un retrato de su abuelo sorprende a todos por la alta calidad de la obra, evidenciando lo que habría de ser su futuro en el mundo del Arte.
1 2 3 1.- López Mezquita siendo niño. 2.- Retrato hecho hacia 1904 3.- Fotografía en sus años de madurez.
Al trasladarse su familia a Madrid (tenía trece años) ingresa en la Escuela de Pintura y Grabado, simultaneando las clases con la asistencia al estudio de Cecilio Plá. A los dieciocho años presenta varios cuadros en la Exposición Nacional de Bellas Artes (1.901), entre ellos su famosa "Cuerda de presos" (actualmente en el Museo "Reina Sofía") con el que gana una de las medallas de oro de las dos que se concedieron. El jurado se planteará la necesidad de realizar una mención especial sobre sus otros dos lienzos ("Granadina" (1.900-1.901) y "Reposo" (también conocido como "La Siesta" y pintado durante 1.900) por la calidad de estas obras.
Autorretrato
"Cuerda de presos" , medalla de oro en la Exposición Nacional de Bellas Artes (París,1901)
"La siesta" o "El reposo" (1900)
En esta época se observa la influencia de Ramón Casas i Carbó y Joaquín Sorolla, así como los norteamericanos James McNeill Whistler y John Singer Sargent. El mecenazgo de la Infanta Isabel de Borbón le permite viajar por Europa (1.902) durante cuatro años, iniciando así su proyección internacional. Fija su residencia en París. Viaja por Inglaterra, Francia, Italia, Bélgica y Holanda. De esta época son las creaciones de "Retrato de señora"(1.903), "Retrato de la madre del artista"(1.904) y "Patio de arrayanes" (1.904).
"Infanta Isabel de Borbón y condesa de Nájera" (1902) - "Retrato de la madre del artista" (1904).
Reside cuatro años en París, donde presenta en 1.903 en el Salón de París su cuadro "Reposo", con el que consiguiendo una medalla de oro. Este cuadro recibirá también en Barcelona una medalla de plata. Era un momento en el que la pintura impresionista francesa estaba en pleno esplendor con artistas como Van Gogh y Gaugin. Sin embargo, el pintor andaluz abandona la influencia de esta escuela, incluso sintiendo profunda admiración por los trabajos del pintor valenciano Joaquín Sorolla. Prefiere emplear en sus lienzos los efectos del claroscuro típico de los grandes clásicos del Siglo de Oro español, siguiendo las directrices estéticas de Velázquez. Se preocupará especialmente por el estudio de las formas y el equilibrio en sus composiciones.
En 1.904 y en esa misma ciudad participa en el Salón de Otoño con "Retrato de la madre del pintor" y "Retrato de Alice Mumford", lo que le hace merecedor del nombramiento "Miembro Sociétaire". Cuando regresa a Granada (1905) se consagra definitivamente en la técnica del retrato con la obra "Retrato de mis amigos" (1.906), actualmente en el Museo de Granada. Surgió la inspiración estando el artista en Londres, bajo la influencia de los retratistas ingleses. Le siguieron otras grandes obras como "La Juerga", premiada en Bruselas, y "El Velatorio"(1.910) en los que recrea escenas costumbristas.
"La juerga" (1906), premiada en Bruselas.
"El velatorio" (1910)
"El velatorio" - Detalle
En "El Velatorio", pintura de grandes dimensiones, describe el funeral de un niño gitano acompañado de amigos y familiares. Éstos cantan y bailan, según era su costumbre. Entendían el fallecimiento de un pequeño como el regreso del alma de un ángel al cielo. Dios lo había elegido y eso era motivo de celebración. Es una etapa en la que se preocupa por dejar reflejados en su obra tipos populares. Así vemos retratos de "Una monja", "Larocha", "Una señorita". Con el lienzo "Mi amigo Segismundo" obtiene una medalla de plata en la Exposición de 1910 de Buenos Aires
El paisaje de su ciudad natal también quedará inmortalizado por su paleta en obras como "Otoño en la Alhambra", "El patio de Lindaraja" o "Vista del Albaycín".
En la Exposición Nacional de Madrid cosecha un nuevo galardón con "Retrato de la familia Bermejillo", que había presentado con "El Velatorio", creaciones totalmente distintas en estilo y contenido temático. En "El Velatorio", lienzo de gran tamaño (200 x 300 cm.) contemplamos asombrados una zambra gitana presidida por la muerte y la danza. Ante el cadáver de un niño se desarrolla una escena desordenada de personajes que cantan y bailan en torno al fallecido. Contrastan en estas pinturas, el estilo ordenado y elegante de la burguesía de la época con el carácter marcadamente étnico de las clases populares.
"Una monja" y "Mi amigo Segismundo"
"Mis amigos"
"Vista del Albaycín"
A lo largo de su carrera artística explorará diversos estilos pictóricos, emulando a grandes genios como Goya o Velázquez. En "Retrato de mi amigo Don Segundo" vemos claramente tanto estas influencias de la pintura del Siglo de Oro español como las cervantinas en la historia que nos cuentan los personajes retratados. Una vez más con ella recibirá en reconocimiento de una nueva medalla de oro en la Exposición de Buenos Aires (1.910), lo mismo que ocurrirá con "La Juerga" en otro certamen en la ciudad de Bruselas.
"En la cocina" (Retrato de Fernanda, esposa del pintor, 1912). "Retrato femenino" y "Odalisca" (1918)
Entre los años 1.910 y 1.920 realiza estudios estéticos que producirán una variedad de temas y estilos que irán desde escenas domésticas como "La Cocina" (1.912) o "Fernanda en el jardín"(1.915)en la que pinta a su esposa; "Odalisca" (1.918) que contrasta en su percepción emotiva con "Retrato de Carmen Bermejillo"(1.915), dando la primera una paradójica imagen de la voluptuosidad oriental que contrasta con el misterioso erotismo de una "mantilla" española. En su "Retrato de maja" nos recuerda a Goya, lo mismo que con un auto-retrato que pintará en los últimos años de su vida haciendo un guiño pictórico al gran maestro. "La Menina"(1.918) vuelve a ponernos en mente a Velázquez y con "La Modelo", la presencia de Julio Romero de Torres es incuestionable.
Es por estas fechas cuando contrae matrimonio con Doña Fernanda Morales Díaz con la que tendrá un hijo al que pondrán el nombre de Julio y que con el tiempo estudiará la carrera de Ingeniería. Fernanda aparecerá en muchas ocasiones retratada por su marido, en escenas costumbristas ataviada con mantones de Manila o en el interior de la casa.
López Mezquita en el estudio con su esposa Fernanda, ante el cuadro en el que aparecen los dos retratados.
En 1912 pinta uno de sus cuadros más populares llamado "Día de Fiesta", en la que un grupo de muchachas parecen vivir la víspera de un acontecimiento lúdico para el que se preparan, bajo el cuidado de una anciana que aparece en el fondo de la escena. En 1.916 ingresa como académico de Bellas Artes en San Fernando y bajo el patrocinio de Alfonso XIII se organiza una exposición en las Galerías Reinhardt de Nueva York y cuya muestra se exhibirá en otras ciudades de Estados Unidos, como Boston (Galería Robert C. Vose ) o Chicago (Galería Anderson). Para la elaboración de su catálogo escribirán Unamuno, Pérez de Ayala y Blasco Ibáñez.
José María López Mezquita retratando al rey Alfonso XIII.
Modelo en el estudio del pintor José María López Mezquita.
Durante los años veinte recibe honores y nombramientos, tanto a nivel nacional como europeo. En 1924 es elegido miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En 1926 es convocado por la Hispanic Society de Nueva York, de la que es nombrado miembro en 1930. También participará de esos nombramientos en Lisboa, Amberes y Cuba. Las exposiciones realizadas en Estados Unidos hicieron que Archer Milton Huntington, un magnate estadounidense fascinado por el arte español, fundador de la Hispanic Society, pensara en él para seguir con la obra que iniciara en su Institución, Joaquín Sorolla, una vez fallecido este.
Tras su exitoso periplo pasa unos años entre las ciudades españolas de Ávila y Segovia, dando testimonio de las trasformaciones sociales del momento y de los rasgos de identidad de su paisanaje.
"Granadinas" o "Día de fiesta" (1912)
"Domingo de Ramos en Elche"(1.930) - "Retrato de Archer Huntington" - "Alcalde de Torrente" (1929)
Con marcado carácter documentalista inicia por encargo una serie de retratos de personalidades de nuestro país, tanto del mundo del arte como de la política. Son perfiles austeros, con poses un tanto rígidas y oficialistas, sin más pretensión que reflejar el aspecto físico de los protagonistas de esas pinturas. Viajero incansable, recorre distintos lugares de América del Sur, pero regresa pronto a España para realizar otro trabajo para la Hispanic Society sobre aspectos etnográficos en las provincias de Murcia, Valencia, Alicante, Ávila y Granada.
En esta ocasión, las figuras aparecen enmarcadas en sus contextos típicos a diferencia de las anteriores para las que había preferido fondos neutros, dejando que el retratado asumiera todo el protagonismo del cuadro. Persigue la exactitud de los documentos fotográficos, preocupándose de plasmar en los rostros, el perfil psicológico de las gentes y dejando constancia de todo tipo de detalles que pudieran resultar ilustrativo de caracteres y costumbres (1.929-1.932).
Por diversos avatares artísticos y políticos, en 1.937 vuelve a Estados Unidos, donde permanece hasta 1.944, año en el que se traslada a La Habana. Allí seguirá con su etapa retratista, atendiendo la demanda de las poderosas familias isleñas. De esta etapa destacan obras como "Cuquita" o "Tipos cubanos".
Atendiendo una vez más las peticiones de la Hispanic Society se desplaza a Portugal para seguir con las series etnográficas. En su obra "Novia portuguesa"(1.948) tenemos un ejemplo de uno de sus fondos documentalistas, en los que quedan constancia tanto del estilo de muebles, del tocado de la novia o de escenas costumbristas representadas en el mosaico que sirve de fondo.
"Cuquita" (1947) "Novia portuguesa" (1948)
En 1946 fallece su esposa, volviendo a contraer matrimonio con Miss Elnora Gruber. Poco después recibió el encargo de pintar el paisanaje y los paisajes de Portugal por la Hispanic Society. Su obra "Novia portuguesa" pertenece a esa época. En su estancia en Lisboa realiza cuadros relacionados con el mar ("Lobo de Mar", "Pescadores en duelo") y de algunos de sus amigos, como los de Reinaldo dos Santos y José María Salinas. Ya afectado por su salud, visitará Méjico (1.950. 1.951) , desde donde vuelve a Ávila, permaneciendo en esa ciudad hasta el años 1.954 en que regresa a Estados Unidos. Un año después se instala en Madrid, falleciendo el día 6 de Diciembre de 1.954.
Cosmopolita y granadino, nunca quiso renunciar a su nacionalidad española. Cuentan que solía decir, cuando en alguna ocasión le proponían las ventajas de una posible doble nacionalidad: "Español y de "Graná" ¡Casi ná!", y declinaba la sugerencia. María del Carmen López Mezquita, nieta del pintor, comentaba a los Medios Informativos, con motivo de la inauguración de la Exposición celebrada en Granada: "En una ocasión, tuvo que hacer la avioneta en que viajaba un aterrizaje forzoso en el Amazonas y se les abalanzaron un grupo de indígenas, pero salvaron la situación al intercambiar algunos regalos".
De su mujer, Fernanda, retratada en múltiples ocasiones por el artista:
"No viajaba nunca junto a él, porque ella era muy granadina y prefería quedarse en su ciudad".
José María López Mezquita en su estudio.
Hombre de carácter singular, admirador de Velázquez , Goya y Sorolla , vivió en una época de grandes cambios sociales en los que las teorías pictóricas se debatían entre la crisis del Modernismo y enfrentamiento entre estilos cosmopolitas versus regionalistas. López Mezquita supo armonizar estas corrientes desde la maestría de sus pinceles y su propia idiosincrasia, contribuyendo desde la observación, la reflexión y la experiencia a conformar una visión universal de su especial e irrenunciable españolismo cosmopolita.
Granada, 22 de Febrero de 2.007
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