MARÍA BELLIDO: El misterio de un mito
· La batalla de Bailén y la importancia del agua ·
Artículo: Milagros Soler Cervantes
“Maria Bellido y el agua”, cuadro de Consuelo Vallejo Delgado
1.- EL GENERAL REDING, MARÍA BELLIDO Y EL CONTEXTO DE LA LEYENDA
Según han descrito los cronistas de la época, durante los días de Julio del año 1808 en los que se libró la batalla de Bailén, el calor en la provincia de Jaén era de tal intensidad, que las temperaturas llegaron a alcanzar los 45 grados. La conquista y posesión de ríos, fuentes y manantiales se convirtió en parte de la estrategia de ambos ejércitos. Castaños ordenó de forma clara y contundente, que era fundamental negar el agua al enemigo.
Fueron muchos los enfrentamientos que se produjeron por conseguir el acceso a ella. Ejemplos serían los combates que se dieron en la Cañada Incosa para hacerse con el control de la "Noria de Don Lázaro" o "Noria del Sordo", propiedad de un vecino de Bailén, así como con el de las diferentes acequias que existían en los alrededores del pueblo.
El servicio de Intendencia en el ejército no contaba en aquellos días con la organización y las infraestructuras adecuadas de aprovisionamiento, por lo que gran parte de estas tareas eran asumidas por la población civil de los municipios ocupados por la soldadesca, principalmente por ancianos, mujeres y niños. Entre los objetos que fueron requisados a los soldados de Napoleón tras su rendición, apenas se recogieron unas pocas cantimploras individuales y algunos recipientes de cocina.
Molino y pozo en las afueras de Bailén. Aguadores del año 1800
En este aspecto, los invasores estuvieron en franca desventaja con respecto a los españoles, que eran abastecidos por las autoridades de los pueblos cercanos. Se tienen noticias de que desde Martos, la Junta Local de Defensa envió un cargamento formado por una reata de más de veinte mulas para las tropas del general Castaños. Se calcula que en esa aportación, recibieron aproximadamente, entre unos cuatro mil o cinco mil litros de agua. Cantidad considerable que bien administrada, podía evitar la escasez en el frente. También contaban con los numerosos pozos del pueblo de Bailén y las norias de sus molinos de aceite.
Nos informa Antonio José Carrero, que el día 17 de Julio, el general Teodoro Reding tuvo que retroceder hasta Menjíbar, ante el riesgo de perder parte de sus soldados, acuciados por los insoportables golpes de calor que estaban sufriendo. Este militar suizo se ganó la admiración del pueblo bailenense, que no dudo en poner al servicio del combatiente extranjero todos los recursos a su alcance para facilitarle las maniobras en sus batallas. Algunos historiadores afirman que fue el verdadero artífice de la victoria de Bailén.
Reding ubicó su puesto de mando cerca del camino real, próximo a una era. Sus soldados habían construido un precario sombraje, para ponerse a cubierto del sol. Es posible que en este paraje se produjera el famoso encuentro entre la mítica María Bellido y el famoso general. En los registros de la época queda documentado que María Bellido y su marido Luís Domingo habían comprado un pozo y una era próximas al ese lugar, donde pudo tener origen la leyenda.
Retrato de Theodor Reding. El general Reding y su Estado Mayor
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2.- LA IDENTIDAD DE MARÍA BELLIDO
Para recomponer la biografía de la mítica heroína de Bailén hemos recurrido a varias fuentes, entre las que destacamos las aportaciones hechas por Manuel López Pérez. La primera dificultad para trazar su biografía surge a la hora de determinar su verdadero nombre. Unos investigadores afirman que se llamó María Inés Juliana Bellido Vallejo. Otros le dan el nombre de María Luisa Bellido, si bien hay que decir que el cronista bailenense Don Pablo Morillas Aguilar, oficial mayor del ayuntamiento de Bailén, no encontró a nadie con este nombre en el registro municipal de su ciudad.
Manuel López Pérez, consejero de número del Instituto de Estudios Giennenses observó que el origen del nombre "Bellido" no era típico de Bailén, sino del municipio próximo de Porcuna. Así lo publica en su artículo "María Bellido, una mujer para una batalla". Este autor llega a la conclusión de que realmente existió una María Bellido en Bailén, natural de Porcuna, por lo que el personaje tiene un soporte fundamentado en alguien que existió realmente.
María Luisa Bellido -siempre según Manuel López- nació en Porcuna (Jaén) en el año 1743, fruto del matrimonio contraído por Francisco Elías Bellido y Catalina Ballejos, ambos naturales de esa localidad. De origen humilde y campesino, tuvieron nueve hijos, que según aparecen registradas las fechas de bautismo en el Archivo Parroquial de Porcuna, fueron bautizados con los siguientes nombres y en las fechas que indicamos:
Así se describe el registro del nacimiento de María Paula en su partida de bautismo de la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción de Porcuna:
"En la villa de Porcuna en veinte y cuatro días del mes de junio de mil setecientos y cuarenta y tras años, Yo frai Diego Muñoz Velidioso del Orden de Nuestro Padre San Francisco, cura teniente de la iglesia parroquial de dicha villa, bauticé y puse los Santos Oleos a una niña que nació el día diez y ocho de este dicho mes y año a la que puse por nombre María Paula, hija de Francisco Elías Bellido y de Catalina Vellejos su lexítima mujer; fue su compadre Dn. Antonio Castro a quien advertí el parentesco espiritual y lo firmé.- Frai Diego Muñoz"
Siguiendo con las tesis de este investigador, vemos que identifica a la que él mismo llama María Luisa Bellido , con María Paula Bellido, pero sin una justificación precisa. Manuel López Pérez, a pesar de su aportación documental, no puede explicar en qué momento empieza a utilizar el nombre de María Luisa , dejando de usar el de Paula. Aduce que en aquel momento algunas personas utilizaban a lo largo de su vida un nombre que nada tenía que ver con el que les habían impuesto en la pila bautismal. Argumento, que desde nuestro punto de vista, no aporta luz sobre el problema. Máxime, si como el mismo Manuel López señala, en Porcuna "existían otros matrimonios, cuyos cabezas respondían al mismo nombre".
Por nuestra parte, creemos que de ser ambas la misma persona, y dado que el nombre de María Luisa Bellido existía en otra vecina de Porcuna con la que podía ser confundida, se le denominaría con el nombre de "Luisa" haciendo referencia al nombre de su marido, Luís Domingo. Es decir, que sería conocida como Maria "Luisa" por ser la mujer de Luís Domingo Cobo, vecino del municipio de Bailén.
Otras fuentes aseguran que el verdadero nombre era el de María Inés Juliana Bellido Vallejo, nacida en Porcuna el 28 de Enero de 1755 y que así consta en el folio 91, Libro XVII de Bautismos de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y que fue confundida - no se explican las causas - con su hermana María Paula Bellido, bautizada el 24 de Junio de 1843 en la misma parroquia. Así se desprende de estudios hechos por Francisco Peña Alcalá, vecino de Porcuna.
Siguiendo esta línea de investigación, se nos informa que conoció en Porcuna a un joven viudo de Bailén llamado Luís Domingo Cobo Muela (hijo de Luís Domingo Cobo y Ana Manuela de la Muela), que se había trasladado a Porcuna a vender diversos artículos de alfarería, tarea artesanal frecuente entre los bailenenses y con al que solían comerciar. Una vez casados, se trasladaron a Bailén.
Como hemos apuntado, María Luisa Bellido contrajo matrimonio con Luís Domingo Covo, natural de Bailén y en cuyos registros aparece como propietario de un olivar ("Cuestas del Molino"), algunos negocios relacionados con la alfarería, varias casas en la villa así como otras fincas rústicas y urbanas con las que existen documentos que demuestran que efectuaba negocios y transacciones.
Cuando se produce el fallecimiento de ambos cónyuges, y por expreso deseo de los mismos, los dos son enterrados en la Parroquia de la Encarnación de Bailén. Trescientas misas son encargadas por María para el descanso de su alma. Setecientas y un novenario ante el Santísimo Sacramento por su marido, Luís. Esto era algo que no estaba al alcance de gentes humildes, ya que la realización de estos oficios religiosos requería pagos o donaciones que no todos podían permitirse.
Si se afirma que el origen de María Paula Bellido fue humilde en Porcuna, estamos en condiciones de afirmar que consiguió una holgada posición económica una vez casada, ya sea por el esfuerzo de ambos esposos o por la aportación económica que hiciera el marido al contraer nupcias.
Por su posición económica y su control sobre buena parte de las tierras circundantes en el pueblo, el matrimonio tuvo que tener importancia en la toma de decisiones que esos días de estaban llevando a cabo la zona. Es lógico, por lo tanto, que asumieran cierto protagonismo, tanto ante el general Castaños como ante Reding.
En el año 1808, María Paula Bellido, apodada "la Culiancha", contaba con sesenta y cinco años de edad. No responde, pues, al perfil de las mujeres jóvenes y de aquellos adolescentes del paisanaje que recorría los campos de batalla, llevando sus animales con cargas de agua, o portando los cántaros apoyados en su cintura, como son representados en la iconografía popular. Sin embargo, sí pudo hacerse famosa por sus contribuciones económicas y estratégicas para lograr la victoria.
Escena del documental "La batalla de Bailén".RTVA
Antonio José Carrero (1815) relata, refiriéndose a las aguadoras de Bailén, otra forma de leyenda:
"Estando una de esas grandes mujeres dando de beber a un soldado, una bala le quebró el cántaro y ella, llena de espíritu, volvió con otro para continuar la importante obra. Compañera de ésta fue la que mitigó la sed del general Reding, quien la trató con el mayor agrado después de llamarla y tomar su nombre, ofreciendo premiarla."
En ninguna fuente escrita aparece el nombre de María Bellido como protagonista de esta hazaña. Tampoco hay documentos que prueben que esa recompensa ofrecida por Reding, de la que hablan algunos historiadores, le fuera concedida a ella, ni que en su testamento legara los beneficios a sus herederos. En los Archivos del Palacio Real, tampoco queda constancia de tal pensión vitalicia concedida por Fernando VII (que volvió a España cinco años después del fallecimiento de María), o por parte de la Junta Central, que era la que en ese momento gobernaba.
El 3 de Marzo de 1809 hace su último testamento, del que son beneficiarios algunos de sus hermanos, principalmente su hermana Gabriela con la que parece que estuvo especialmente vinculada. El día el 8 de Marzo de ese mismo año muere María Bellido y algunos días después su marido, posiblemente como consecuencia de haber sido contagiados por algunas de las epidemias que asolaron en aquellos tiempos de guerra las tierras de Jaén.
Es muy posible que cuando los franceses volvieron a entrar en Bailén en el año 1810, entre las sepulturas profanadas se encontraran las de María y su esposo Luís. Si acaso en aquel momento consiguieron librarse del saqueo, las remodelaciones del templo que se efectuaron en 1950 harían que sus restos mortales fueran depositados en el osario común del cementerio de Bailén.
Entre los reconocimientos que hizo la Junta Central el 30 de Junio de 1809 no aparece su nombre, seguramente porque su fallecimiento se había producido meses antes. Tampoco se menciona entre quienes fueron condecorados con la Medalla de Distinción de Bailén, que se concedió mientras vivía ( 11 de Agosto de 1808), lo que llama poderosamente la atención y hace dudar de la veracidad de la leyenda que se le atribuye. El 20 de Septiembre de 1809 esta Distinción se hizo extensiva a todos los que participaron en la gloriosa batalla sin que se haga alusión explícita a su persona, a pesar de las palabras que presuntamente le dedicara el general Reding.
Volviendo de nuevo a las aportaciones documentales que nos facilita Manuel López Pérez, encontramos otra Luisa Bellido, coetánea a la que tratamos y también natural de Porcuna, hija de Juan Manuel Bellido y Antonia Torobio. Vivía amancebada con Juan Casado, preso en Jaén (leva general de vagos de 1787) y con el que posteriormente contraerá matrimonio. Mujer liberal y calificada en la época como "de vida fácil", si participó en las tareas de aguadora y fue bien conocida entre los combatientes, por las circunstancias que conformaron su biografía, no hubiese sido considerada como el personaje ideal para encarnar el papel de protagonista del famoso acontecimiento.
3.- LA VISITA DE ISABEL II A BAILÉN (1.862)
En el año 1862 la reina Isabel II, durante el viaje que realizó a Andalucía se decidió que la comitiva visitara Bailén y se rindieran honores a la conmemoración de la celebre batalla.
Se consideró oportuno regalar a la soberana la bala que rompiera el cantarillo de María Bellido y que estaba en posesión de María Josefa Malpesa Sánchez, de la que apenas se sabe el nombre de los padres ( Jacinto Malpesa y María Sánchez), que nació en el año 1803 y vivía en la calle del Santo.
En el Ayuntamiento fue recibida por el alcalde, y en su presencia, uno de los poetas mas insignes de la provincia pronunció el siguiente discurso:
En el Código Histórico y Descriptivo de la Real Armería (Madrid, 1898), se describe así la ofrenda:
"Jarra pequeña con bandeja, ambas piezas de plata sobredorada la primera y afiligranada la segunda. Contiene la bala de metralla que rompió el cántaro en el acto de beber agua el general Reding en la batalla de Bailén; tenía en su interior, que no existe ya y que servía de recipiente a la bala, con esta inscripción LUISA BELLIDO EN 19 DE JULIO DE 1808..."
La pensión vitalicia le fue concedida a María Josefa Malpesa Sánchez en el enero de 1863. El mes de abril de ese mismo año, la interesada presentó los documentos necesarios para acreditar el derecho a cobrar dicha pensión. Consistió en ocho reales diarios, que se sabe estuvo recibiendo hasta 1868. Sobre la fecha de su muerte no se ha encontrado documentación, debido a la destrucción de los archivos parroquiales de Bailén.
4.- CONTROVERSIA Y MISTERIO SOBRE LA IDENTIDAD DE MARÍA BELLIDO
Para encontrar fundamentos que nos sirvan de base en nuestro posicionamiento sobre la controversia surgida en torno a la identidad del mito de María Bellido, tendremos que enfrentarnos a los siguientes hechos:
En los documentos de la época y en los testimonios de los que participaron en la batalla de Bailén nunca se menciona el nombre de María Bellido, aunque sí se alude a la anécdota del encuentro de Reding con una aguadora anónima, cuyo cántaro rompió una bala francesa.
Una de las primeras referencias que designan nombre a la protagonista, parte del cronista Cabazán Laguna en el año 1897, transcribiendo la información que diera José Antonio Carrero, pero no habla de María Bellido, sino de una mujer apodada "la Culiancha", apodo que se empelaba con frecuencia en la región para señalar a las mujeres con caderas prominentes:
Tampoco lo vemos reflejado en las Distinciones realizadas por la Junta Central en esos días, en la relación de pensiones vitalicias concedidas por Fernando VII a su regreso a España ni en los diarios de campaña del general Reding. En la retribución que Isabel II concede a María Josefa Malpesa no se menciona el nombre de María Bellido.
Uno de los argumentos que da Manuel López Pérez a favor de la existencia de María Bellido, entendida en la persona de María Paula Bellido y llamada por él María Luisa Bellido, se basa en los sucesos que acontecieron en la visita de Isabel II a Bailén en el año 1862. Nos dice:
"En 1862, fecha de la visita de Isabel II, sólo habían transcurrido cincuenta y cuatro años desde el día de la batalla. Por tanto, forzosamente debían vivir aún en Bailén muchos de los numerosos testigos y actores de aquel día (...) Es lógico pensar que estos supervivientes de la batalla hubieran de conocer personalmente a María Luisa Bellido y su memorable hazaña. O que en caso de ser un personaje legendario, hubieran desmentido la historicidad de la bala y la heroína. No se hizo así, sino que se subrayó el que aquella bala hubiera roto el cántaro de María Luisa Bellido, luego debió existir".
Al respecto, y utilizando una lógica diferente a la del estudiosos giennense, pensamos que los testigos ni negaron ni afirmaron conocer María Luisa Bellido. Aceptaron, eso sí, la existencia de la anécdota del cantarillo roto por una bala francesa, que bien pudiera haber sido portado por una mujer anónima, dando origen a la leyenda. El hecho de no desmentir el nombre de María Bellido no quiere decir que estuvieran aceptando que la heroína fuera María Paula, sino el de alguien llamada María con el apellido de Bellido fuera la protagonista.. Como ya hemos visto, las candidatas pudieron ser varias.
Precisamente por existir la posibilidad de ser confundida con otras mujeres de nombre "María" y apellido "Bellido" que en ese momento vivían en Bailén y Porcuna, el interés por concretar de quien se trataba debería haberse manifestado con más determinación. Sin embargo, no ocurrió así. De haberse tratado de la sexagenaria María Luisa (Paula) Bellido propuesta por Manuel López Pérez, y tratándose de una mujer destacada y conocida en el pueblo por su hacienda, y que además se hizo decir más de trescientas misas por el descanso eterno de su alma, es muy probable que también se hubiera ocupado de que su hazaña fuera recordada en el futuro con algún tipo de prueba monumental o escrita. No es el caso.
Desde el principio, el mito se rodea de misterio.
Si primero se conoció el suceso con una protagonista mal identificada y luego se trato de ponerle nombre propio, seguramente entre los mismos paisanos que le fueron contemporáneos pudo darse la confusión y el malentendido. No obstante, finalmente se fijara el nombre de la ilustre aguadora en una antecesora de María Josefa Malpesa Sánchez, sin poder trascender más allá de esa afirmación. La pérdida de documentación en los archivos parroquiales de Porcuna y Bailén impiden seguir investigando la línea ascendente de su genealogía. Por lo tanto, ni se puede afirmar que fuera sobrina política de la que fuera esposa de Luís Domingo Cobo, ni de ninguna otra María Bellido conocida. El apellido "Sánchez" estaba tan extendido en esas localidades como el de "Bellido" y las imbricaciones de ambos en parentelas de diferentes familias también está documentado.
Además, en el discurso ofrecido a Isabel II en el Ayuntamiento de Bailén, se afirma que María Luisa Bellido había disfrutado durante dos meses de una pensión otorgada por Fernando VII, cosa que tampoco aparece reflejada en ningún documento conocido hasta la fecha. Incidimos en que Fernando VII llegó a España en el 14 de Marzo de 1814, es decir, cinco años después del fallecimiento de María Paula y que difícilmente dicha pensión le hubiera podido ser concedida por el soberano.
Insistimos: Aceptar que tuviera lugar la gesta heroica de la aguadora, el cántaro y la bala por los habitantes de Bailén no sirve para demostrar que la protagonista de la misma fuera una mujer madura, dueña de uno de los patrimonios más importantes del pueblo. Otra cosa es que, a nivel popular y por las cesiones que hiciera en la campaña, se la asociara al acontecimiento.
Manuel López también apoya su teoría de la existencia de María Bellido en el hecho de que el cántaro se adopte en el escudo del ayuntamiento de Bailén, ya que así fue decidido por la Real Academia de la Historia en 1927. Fecha, añadimos nosotros, en la que la confusión sobre la identidad de María Bellido ya estaba consumada. Pero también pudo elegirse por simbolizar y recordar la batalla misma o a los miles de mujeres, ancianos y niños que se encargaron de abastecer a los soldados con el agua de sus cántaros.
Si tenemos en cuenta que de las prebendas por prestar servicios civiles en la batalla hecho por el ayuntamiento de Bailén solo se beneficiaron las personas más representativas del municipio o instituciones como la Iglesia, es posible que en ese momento se oyera el nombre de María Paula Bellido como benefactora y artífice del acontecimiento. Ese pudo ser el momento en el que empezaron a vincularse las dos historias: la de la aguadora mal conocida y de la rica hacendada de Bailén. Su fallecimiento, dos meses después del triunfo de Castaños, al que siguió días más tarde el de su marido, pudo interrumpir y poner fin a la petición de recompensa. Sin embargo, el poeta giennense le dice a Isabel II que María Bellido llego a cobrar el beneficio de la recompensa durante dos meses.
Sigue diciendo Manuel López Pérez:
"A nuestro juicio, no creemos que por el simple hecho de poseer una bala procedente de la Batalla, se concediera una pensión vitalicia (...) Los apellidos de la supuesta sobrina de la heroína. Eso no es de extrañar, pues lo más seguro es que María Josefa Malpesa Sánchez fuese sobrina política de María Luisa Bellido".
Estamos de acuerdo en que tener una bala, por muy meritorio que sea el sentimiento patriótico y de nostalgia, no es suficiente mérito como para que le sea concedida una pensión vitalicia, excepto que sea el objeto simbólico y vinculante que demuestre parentesco con la verdadera dueña del cántaro que rompió.
Si aceptamos que María Josefa Malpesa Sánchez era hija de Jacinto Malpesa y María Sánchez, dichos apellidos nada tienen que ver con los de María Paula Bellido Vallejo y el de su marido, Luís Domingo Cobo.
Si esta María Sánchez (madre de María Josefa Malpesa Sánchez) era hermana del marido de Gabriela Antonia Tadeo Bellido (Miguel Sánchez), hermana a su vez de María Paula Bellido, el vínculo familiar podría considerarse distante para que le fuera concedida una pensión vitalicia. Por otra parte, los datos cronológicos plantearían bastantes problemas.
Tal y como contemplamos el actual estado de la cuestión, creemos que resulta prácticamente imposible establecer la identidad de la famosa y heroica aguadora de Bailén, dada la importante pérdida de documentación de los archivos parroquiales a lo largo del tiempo.
María Bellido ha sido identificada con los nombres de María Inés Juliana, María Luisa, María Paula, María Ynés, Luisa...y seguramente podría hacerse con otros tantos, si se establecieran conjeturas sobre apellidos y parentesco de las distintas familias que tuvieron esos apellidos, tanto en Porcuna y Bailén.
Fueron cientos de personas las que durante los días que duró la famosa batalla, recorrieron el frente llevando agua y alimentos a los soldados españoles que luchaban contra los franceses. Muchas de ellas murieron en la contienda. Su ejemplo de heroicidad ha llegado hasta nosotros a través del mito de la misteriosa aguadora María Bellido.
La sabiduría colectiva ha sabido crear una leyenda a la que, si en algún momento se trató de dotar de identidad atribuyéndole el nombre propio de alguien perteneciente a una clase social local privilegiada, o si acaso se hubiese caído en un acto de injusticia al condenar al anonimato a su verdadera protagonista , también es cierto que habría sucedido bajo la convicción de que a la verdadera aguadora de Bailén no le hubiera importado. Hubiera dado su consentimiento para que su imagen se desvaneciera en la niebla del tiempo, si con eso se lograba honrar la memoria de todos los héroes olvidados que como ella, participaron en aquellas jornadas gloriosas, cuando Bailén pudo y supo demostrar a Europa que era posible derrotar al invicto Emperador de los franceses.
Escena del documental "La batalla de Bailén".RTVA. Entre las víctimas, también las aguadoras.
Que la generosidad de su gesto apenas fuera considerada por el absolutista Fernando VII, paradójicamente apodado "El Deseado" , no es sino una muestra más de la respuesta de ingratitud que muchas veces el pueblo recibe de sus gobernantes. Y en eso, como en tantas otros episodios de la Historia, doscientos años después, el hecho se repite*.
* El Ayuntamiento de Bailén invitó a los reyes de España a participar en la conmemoración del Bicentenario de la legendaria batalla. La Casa Real negó su asistencia al acto.
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ENLACES
María Luisa Bellido, la heroína de BailénAutor: Manuel López Pérez Localización: Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, ISSN 0561-3590, Nº. 96, 1978 , pags. 41-97
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Artículo extraído de "Ingenierosdelrey.com"
· LA INFORMACIÓN Y LAS DECISIONES EN LA BATALLA DE BAILÉN
por Ignacio Cervelló Burañes. Instituto de Historia Militar
· EPISODIOS NACIONALES: BAILÉN
de Benito Pérez Galdós
· LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA ESPAÑOLA (Enlace)
Himno: Bailen