artículo de M.Soler para culturandalucía.com

En un escenario organizado en torno a la diosa Venus, regidora de los destinos de sus protagonistas y dirigida la obra por el también actor Eloy Fructuso  (Teseo ), tuvimos ocasión de comtemplar  la adaptación de "Fedra"  ( Eurípides, s. III a.d.C)  del  escritor francés del siglo XVII Jean Racine.

Una buena puesta en escena y un cuidado vestuario contribuyeron al lucimiento de los actores, destacando la  extraordinaria interpretación de María José Extremera ( Fedra ) que supo trasnmitir a los espectadores la tragedia de una mujer que nada pudo hacer en su lucha  por evitar los designios de su fatal destino.

Fedra, hermana de Aracné (la que ayudara a Teseo a vencer al Minotauro en el laberinto de Creta) es obligada a contraer nupcias con el héroe ateniense tras la muerte de su anterior esposa, la amazona Hipólita, con la que el rey había tenido un hijo:  Hipólito (Juan Berbel).

Hipólito, consagrado al culto de la diosas Artemisa y contrastando en carácter con el de su enmaoradizo padre,  ignora y desprecia a las mujeres, lo que atrae la ira de la diosa Venus, decidida a castigarlo a través de la pasión de su madrastra Fedra

Instigada por  su sirvienta Enona (Alicia García) y tras ser anunciada la muerte de Teseo, se atreve a confesarle sus sentimientos  a su hijastro Hipólito, que escandalizado ante el descubrimiento y  dispuesto a unir su destino al de Aricia (Luisa María Linares), decide huir con la joven prisionera.

Fedra, despechada, acusa a Teseo ante su padre de haber intentado violentarla. El rey, furioso, pide al dios Podeidón que castigue a su hijo, designio que se cumple, muriendo  Hipólito atropellado por su propio carro.

La descripción de la muerte de Hipólito  es relatada ante su padre por su tutor Terámenes ( Moisés Lazúen), que llegará a concer la verdad por la misma Fedra, cuanso esta, arrepentida, le confiesa su mentira y su intriga, confiesa tras ingerir un veneo mortal.

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