La Tía Norica, "madre-abuela" de Batillo.

El sainete del Nacimiento de la Tía Norica

 

PERSONAJES

- Por orden de aparición -

 

EL TÍO FAUSTINO. Montado en su burro

BATILLO

LA TÍA NORICA

EL TÍO ISACIO

UN TORO

DON RETICURCIO CLARINES, Médico

DON POLICARPO TRONCHA VIGAS, Escribano

 

 

CUADRO PRIMERO

 

Cuadro Primero: Tía Norica con Batillo y el Tío Faustino.

 

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Calle corta. BATILLO y el TÍO FAUSTINO en su burro.

 

FAUSTINO

 

Al pasar por el puente

de Santa Clara

se me cayó el anillo

(morenita mía)

dentro del agua.

 5

(Por coger el anillo

saqué un tesoro.

Una virgen del Carmen,

morenita mía

y un San Antonio y un cristo de oro)

 10

 

BATILLO

¿Dónde va usté, Tío Faustino?

 

FAUSTINO

Pues la pregunta está buena.

¿De qué me conoces tú?

 

BATILLO

Pues de casa de mi abuela.

 

FAUSTINO

Y dime, ¿quién es tu abuela?

15

BATILLO

La Tía Norica

muy conocida en la tierra.

 

FAUSTINO

¿La Tía Norica es tu abuela?

 

BATILLO

Sí, señó.

 

FAUSTINO

Pues dile que le traigo un recao

20

de su prima la Josefa

y que la espere más luego,

en las Ventas de Marrueca.

 

BATILLO

¿Sí? Pues deme usté un cuarto.

FAUSTINO

¡Pues está la cosa buena!

25

El cuarto, honrar padre y madre,

puesto que así nos lo manda

nuestra Santa Madre Iglesia.

BATILLO

Misté que le hago cosquillas al burro.

 

FAUSTINO

Muchacho, que es respingón

30

y me tirará por tierra.

¡So! ¡Borrico! ¡So, marvao!

¡So, mala ralea!

 

NORICA y BATILLO (Antes de la salida de la Norica canta Batillo: “Ana María tú lo ves, Ana María...” )

 

NORICA

¡Batillo! ¡Demonio! ¡Muchacho!

 

BATILLO

¿Qué quiere usté, madre abuela?

35

NORICA

¿Dónde te metes, chiquillo?

 

BATILLO

Jugando en la casapuerta.

El tío Faustino me ha dicho

que le diera una razón

de su prima la Josefa.

40

 

NORICA

Dime, pues, lo que te ha dicho,

que me tienes ya deshecha.

 

BATILLO

Pues me dijo que muy pronto

fuera corriendo usté a verla,

y que la espera enseguida

 45

en las Ventas de Marrueca.

 

NORICA

¡Ay, Dios mío! ¿Qué habrá pasao?

¡Ya toitita79 estoy deshecha!

¡Batillo!

 

BATILLO

¿Qué quiere usté, madre abuela?

50

NORICA

Mira, aparéjame el burro;

pero que sea muy deprisa.

 

BATILLO

¿El carbonerito o el respingón?

 

NORICA

¡Muchacho! No te detengas;

aparéjame el Cachorro,

55

que es de condiciones buenas.

 

BATILLO

El respingón, abuelita

 

NORICA

¡Muchacho, tú no estás bueno!

60

¿Quieres matar a tu abuela?

Yo te aseguro pillastre,

que te daré una felpa.

 

BATILLO. Canta

¡Pase la tropa

que viene el coronel!

65

Va haciendo mutis empujando a la Norica

 

 

 

CUADRO SEGUNDO

 

La Tía Norica es embestida por el toro, a causa de Batillo.

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Venta del Tío Isacio) NORICA, BATILLO y el TÍO ISACIO.

 

BATILLO

¡Arre ligero, Cachorro!

No he visto burro más pelma

.

NORICA

¡Mira, Batillo! ¡Muchacho!

Llama tú en aquella puerta.

 

BATILLO

¿Por quién pregunto, abuelita?

5

NORICA

¡Muchacho! ¿Ya no te acuerdas?

¿No sabes que es el tío Isacio

el dueño de esta taberna?

Vamos, llámale pronto.

Mientras tanto, yo me abajo

 10

para contarle la nueva.

 

BATILLO

¡Tío Gazpacho! ¡Tío Gazpacho!

(Aquí le espera mi abuela.)

 

NORICA

¡Chiquillo! ¿Qué estás diciendo?

¿Gazpacho por Nochebuena?

¡Tío Isacio! ¡Tío Isacio! ¡Tío Isacio!

15

(Sale)

 

ISACIO

¡Señora! ¿Qué ruido es ese?

¿Qué le trae por estas tierras?

 

NORICA

¡Señó! ¿Ande estaba usté metío,

que tan tarde nos contesta?

 

ISACIO

Señora, cuidando el ganao.

20

NORICA

Eso es mirar por la hacienda.

Bueno, pues yo venía

a darle una noticia buena.

 

ISACIO

Vaya, pues, Doña Norica;

venga ya esa sorpresa.

25

NORICA

Pues na, que se casa esta noche

mi sobrina, la chicuela,

y es tanta mi alegría,

que estoy la mar de contenta.

(Ríe)

 

ISACIO

¿Y con quién se casa la niña

 30

que es tan grande la sorpresa?

 

NORICA

Con Don Lesmes, el Indiano,

señor de grandes riquezas.

 

BATILLO

Con Don Lepe, el marrano,

que no tiene ni una perra.)

35

ISACIO

¡Señora! Si es el más rico

de toa la comarca ésta.

 

NORICA

¡Vaya!

Es verdad que es algo viejo

y algunos males le aquejan;

40

mas la dota en cien mil ducados

y otras muchas riquezas.

También le entrega en la boda,

después de tantas finezas,

una vajilla de plata,

45

que, según me dicen, pesa

la mitad y otro tanto

que supone otra riqueza.

conque con estas ventajas

y un capital en pesetas,

50

volverá otra vez mi casa

a su primera opulencia.

¡Ay, tío Isacio de mi alma!

¡Yo [pues] estoy loca de contenta

 

ISACIO

La verdad, que hay para estarlo +

55

con una noticia tan buena.

Diga usté, y en esa boda

habrá una gran jorqueta

de vigulines y flautas,

zambombas y panderetas.

60

NORICA

¡Digo! Y vigulones.

pa que bailen las parejas.

Yo ya pienso, de esta hecha,

recordar mis buenos tiempos

de aquel de Mari Castaña

65

en que era yo mozuela.

 

ISACIO

¡Vaya! Pues que sea por muchos años

y feliz enhorabuena.

 

NORICA

Yo cantaré, bailaré

pues ya me saltan las piernas;

70

haré mil habilidades

pues me siento muy contenta.

 

ISACIO

¿Sabe usted, Doña Norica,

que yo siento muy de veras

no escuchar lo que usté cante

75

el día de esa gran fiesta?

 

NORICA

¡Ay, tío Isacio! No se apure,

que me siento tan contenta,

que bailaré y cantaré

todito lo que usté quiera.

80

BATILLO

Esperese usté, abuelita

que voy por una vigüela.

 

ISACIO

Pues yo tocaré las palmas

y que comience la fiesta

 

Música.

 

(Baila y canta

 

NORICA

En los tiempos de Mari Castaña

85

una vieja solía criar

unos pollos muy chiquirrit[ic]os

en su corral [texto ilegible]

 

Batillo e Isacio jalean)

ISACIO

¡Olé por las viejas buenas!

¿Sabe usté, doña Norica,

 90

que si ese pecho estuviera

un metro más levantao

y esa garganta más tiesa

podría cantar en el treato

que llaman de la Sopera?

95

 

NORICA

¡Digo! Si yo he cantao en los treatos

que ponen por Nochebuena

y me conocen en Cádiz

los chiquillos y las viejas.

Mi fama jamás se agota;

 100

soy la famosa Norica

que a los muchachos encanta

con mis tontas cuchufletas.

 

ISACIO

Está bien, doña Norica;

reciba mi enhorabuena.

105

Ahora me toca a mí

el darle otra sorpresa.

 

NORICA

¿Qué es lo que ocurre, tío Isacio?

 

ISACIO

Que la noticia no es buena

 

NORICA

Hombre, dígala pronto,

110

que me tiene muy inquieta.

 

ISACIO

Pues que ha de saber usté

que esta mañana mesma

al ir a apartar el ganao

que me sirve pa la faena

 115

se escapó el torito Pinto,

que es de mu malas ideas.

Está empicao en los trigos,

y no pa cosa mu güena.

120

Conque váyase al cortijo

no sea que se aparezca.

 

NORICA

¡Batillo! ¡Arrecoge el burro!

¡Y pronto! ¡No te detengas!

Pues dice que se ha escapao

125

un toro que es una fiera.

 

BATILLO

(¿Que yo arrecoja el burro?

Que lo arrecoja mi agüela.)

¡Abuelita, si ya está aquí! (¡¡El toro!!)

 

ISACIO

¡Corramos hacia la venta!

 130

¡Señora! ¡Véngase pronto!

 

NORICA

¡Ca! ¡Si yo soy torera!

Voy a echarle unos cuarteos

y verá usté cosa buena.

 

ISACIO

¡Señora, se ha vuelto loca!

135

¡Ese toro es una fiera!

 

Sale el toro, coge al burro. La TÍA NORICA trata de torear y es cogida por el

animal. (Entra Batillo con un capote y menea el quite a su abuela después de ser

volteado varias veces, el Tío Isacio hace lo propio y corre la misma suerte y finalmente

el toro engancha a la Tía Norica poniéndole las faldas a la cabeza y luciendo las

piernas con unas ligas, lo más escortate [sic] posible. Y telón rápido.)

 

 

 

CUADRO TERCERO

 

Testamento de la Tía Norica. En escena, el médico y el escribano.

 

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Casa de la NORICA. Cama, mesa, sillas, un velón encendido. NORICA, ISACIO y BATILLO.

 

ISACIO

¡Válgame Dios, Tía Norica!

¡Qué desgracia tan tremenda!

¿No le dije yo con tiempo

que se viniera a la venta?

 

NORICA

¡Ay, tío Isacio de mi alma!

5

¡Es mi sangre tan torera

que, sin saber lo que hacía,

me encajé sobre la fiera!

De las primeras pasadas

yo me libré con destreza;

 10

mas luego me arrecogió

y en el aire di mil vueltas.

 

ISACIO

Mire usté, Doña Norica,

aquí en esta casa mesma

15

vive el señor Reticurcio,

un meico de fama buena.

Voy a avisarle al instante,

que venga con gran presteza

y, acudiendo así con tiempo,

quizás la ponga a usté buena.

20

Batillo, vente conmigo;

anda, no te detengas.

 

BATILLO

¡Ay, mi abuelita!

¡Ojalá [no] se me muera de esta hecha!

(¿Qué quiere usted

que le traiga de la botica?

 25

NORICA

Mira, tráete una pastilla de asperoni

 

Vase Batillo.)

 

ISACIO. Dentro.

Don Reticurcio, ¡por Dios!,

ni un momento se detenga;

suba corriendo al tercero,

30

que está muy grave una enferma.

 

MÉDICO. Dentro.

¿Que le pasa a la Norica

que llama con tanta urgencia?

 

BATILLO

Que mi abuelita se muere

si usté no sube depriesa.

35

MÉDICO

Ea, pues; vamos corriendo

y enséñame las escaleras.

 

BATILLO

Ya llegamos; pase usté.

Aquí se encuentra mi abuela.

 

MÉDICO

Vamos, gracias a Dios,

40

qué dichosas escaleras.

Vamos a ver, mi señora,

)qué novedades son éstas?,

)cómo vamos?, )cómo vamos?

 

NORICA

Pues me encuentro muy enferma.

Y usté, doctor, ¿cómo está?

 

MÉDICO

Yo reduplicábitur tibi

padezco de las jaquecas

y, reduplicábitur homo,

me matan las escaleras.

50

NORICA

¡Ay, señor don Reticurcio,

esas cosas son muy buenas!

 

MÉDICO

¿El qué, señora?

 

NORICA

Eso que ha dicho usté

del lomo y de la manteca.

55

MÉDICO

Señora, no he dicho lomo.

Homo es una palabra

que los médicos emplean

para aludir al hombre

en cumplimento y fineza.

60

NORICA

¡Ah, ya! Es un cumplitieso

Pues que sea enhorabuena

 

MÉDICO

Vamos, pues, a lo importante.

Y dígame con presteza

el motivo de llamarme

 65

con rapidez tan tremenda.

 

NORICA

Pues ha de saber usté

que, en esta tarde mesma

fuíme a casa de tío Isacio

para contarle una nueva.

70

De pronto, un torillo pinto,

saliendo de entre las breñas,

se arrancó hacia nosotros

sin que nos diéramos cuenta.

Yo, que conservo en mi cuerpo

75

sangre pura de torera,

le quise echar un lance

cual si fuera una mozuela.

El pícaro zagalejo

se me enredó entre las piernas

 80

y el toro, aquí en el cuadril,

me dio una corná tremenda.

 

MÉDICO

Señora, ¿usted, a su edad,

quiso meterse a torera?

 

BATILLO

Pues aquí se cumple el refrán

85

de las gaviotas viejas:

Mientras más viejas, más locas;

eso le pasa a mi abuela.

 

MÉDICO

Niño, ¿cómo se entiende?

¿Así se habla a su abuela?

90

(BATILLO

Yo hablo a mi abuela

como me da la gana.)

 

NORICA

¡Ay, señó! Ese chiquillo

me mata y me desespera

En el cogelio lo tengo

 95

y no hago de él carrera.

 

MÉDICO

Bueno, veamos el pulso

a ver qué tal se encuentra

 

NORICA

Tome usté, don Reticurcio;

Dios nos coja enhorabuena.

100

MÉDICO

¡Malo, malo, remalorum!

Se encuentra la sangre vuestra

 

NORICA

¡Ay, señó! Me asusta usté

con las exclamaciones esas!

 

MÉDICO

La sangre está inflamatoria

 105

predominante en la arteria,

con mucha parte de linfa

que tiene usted en las venas.

 

NORICA

Señor, ¿qué está usté diciendo?

¿Qué tengo yo mi sangre

110

en una palmatoria puesta?

 

MÉDICO

Señora, usted delira

porque no se encuentra buena.

¿Conque en el cuadril, me dijo,

que fue la cornada esa?

 

NORICA

Sí, señó, en el cuadril

una cornada tremenda.

 

MÉDICO

Imperatum qualitorum

dixi, cornis, metitorum

en cuadrilis cuadrilorum.

 

NORICA

Per secula seculorum.

 

MÉDICO

Bueno, pues esta receta

que le redactaré enseguida

 120

ha de hacerla sin tardanza

y colocarla en la herida.

En un perol de los grandes

pondrá a cocer cien sardinas,

doce manojos de rábanos,

125

pimientos y chiribías,

de alquitrán una media arroba,

con rabos de lagartijas,

cuatro kilos de mostaza,

mucho aceite y trementina,

130

y, cuando esté muy caliente,

le echa usted unas guindillas,

lo remueve con un palo

y se lo pone en la herida.

 

NORICA

(Y reviento como un triquitraque120.)

135

¡Ay, señó don Reticurcio!

¿Y podré yo resistirla?

 

MÉDICO

Tan seguro estoy de ello

que se muere de seguida.

Vaya, pues, doña Norica;

140

es preciso que, enseguida,

prepare usted el testamento

por si empeora la herida.

 

NORICA

¡Ay, señó! ¿Será posible

que me encuentre tan malita?

 145

MÉDICO

El hacer testamento

no es que se muera enseguida.

Mi amigo don Policarpo

y señor de Tronchas Vigas

es escribano discreto

150

y de conciencia muy limpia.

Yo lo mandaré al momento,

y hará cuanto usted le diga

mas si se agrava su estado,

puede ya morir tranquila.

155

NORICA

Bueno, pues mándelo usté;

pero que sea enseguida.

Batillo, acompaña al doctor

y espera en la macetilla

 

(BATILLO

Doctor, dígame Vd. ¿Qué es

160

lo que tiene mi abuelita?

 

DOCTOR

Gastroenteritis uniforme.

 

BATILLO

¿Eso es grave?

Ay, abuela lo que tú tienes

es un gato negro en uniforme.)

 165

BATILLO

Diga usté, don Reticurcio,

¿Se morirá mi abuelita?

¡Ay, mi abuelita se muere!

Ya creo que le dan fatigas.

(De rodillas)

 

NORICA

¡Ay, Batillo de mi alma!

170

¡Te quedas sin abuelita!

Ahora si quieres comer,

tendrás que coger colillas.

(Mutis)

 

BATILLO

Abuela, aquí está ya

 

(NORICA

¿El toro?

175

Sí, niño, que puede venir

en guiriplano )

 

BATILLO

Don Policarpo Troncha Vigas.

 

Dichos y ESCRIBANO.

 

ESCRIBANO

Muy buenas, Doña Norica.

¿Qué ocurre hoy por su casa

180

que me permite la dicha

y el placer de saludarla?

 

(BATILLO

¡Josú, que tío más raro!)

 

NORICA

Que me encuentro muy malita

y hacer quiero testamento.

185

ESCRIBANO

Don Reticurcio Clarines,

médico de mucha fama,

que vive en el piso bajo,

al ladito de mi casa,

hízome venir corriendo

190

y sin ninguna tardanza,

quizás para algún asunto

que mi presencia reclama.

Yo soy, pues, el escribano,

y, si de testar se trata,

195

para no perder el tiempo,

traigo aquí cuanto hace falta.

 

NORICA

¡Ay, Jesús! ¡Cuánto me alegro!

Ya está tranquila mi alma.

 

ESCRIBANO

Bueno, pues mientras usted coordina

200

sus fincas y sus alhajas,

extenderé el documento,

cual la ley así lo manda.

 

NORICA

Sí, sí empiécelo pronto,

que mi paciencia se acaba.

205

ESCRIBANO

Si quiere usted dar principio

cual la ley así lo manda,

hay que poner la cabeza

cual el caso lo reclama.

 

NORICA

¿Que ponga yo la cabeza?

210

(¿Que yo zaboca bajo?)

Póngala usté, si le agrada,

que parece la chimenea

del vapor de la Carraca.

 

ESCRIBANO

Quise decir el principio

215

¡Y sin nadita de guasa!

Mas, para abreviar el caso,

yo pondré lo que hace falta.

 

“La Señora Doña Norica

testa, según pretende,

los muchísimos valores

220

que aquí lega a sus parientes.

Y como principio del texto

apunta primeramente”:

 

NORICA

(Ponga usted primeramente)

Que ya en el Campo del Sur

 225

taparon un gran boquete.

 

ESCRIBANO

Señora, nada que ver tiene eso

con el documento éste;

aquí se pone no más

que lo que sean sus bienes.

 230

NORICA

Apunte usté: un hotel con entresuelo,

y con cómodos cuartitos.

 

ESCRIBANO

¿Y ese hotel dónde se encuentra?

 

NORICA

En la plaza del Piojito

 

ESCRIBANO

¡Señora! ¿A la Prevención

 235

le dice usted el hotelito?

 

NORICA

Un capote y una muleta

de un valiente matador.

 

ESCRIBANO

¿Es de fama ese torero?

 

NORICA

¡Vaya! ¡El célebre Castelón!

240

Una fonda todo gratis

mas que hay que llevar la cazuela.

 

ESCRIBANO

¿Y dónde está ese local?

 

NORICA

En la puerta de los cuarteles

que dan a las de Puerta Tierra

 245

ESCRIBANO

Batillo, que buena herencia

te deja tu madre abuela.

 

NORICA

Una fortuna le dejo

a Batillo de mi alma.

 

BATILLO

¿Y dónde está, abuelita?

 250

NORICA

Las perras que me gasté

en el bache de la Alhambra.

Un gran piano de cola

que mi difunto tocó,

y con él, su capital,

poquito a poco gastó.

 

ESCRIBANO

¿Y estará depositado

quizás en algún rincón?

 

NORICA

En la calle Columela

una tienda de mistó;

 260

todo el que pide un crujío

lo toca en el mostrador.

 

ESCRIBANO

Señora, no aguanto más,

ni soporto más patrañas,

su testamento no es tal,

265

y sí tan sólo una farsa;

de sus burlas ya no dudo.

Y, al final de su descaro,

se viene a sacar en claro

de que no tiene usted nada.

 270

(Batillo le tira una silla, el escribano se defiende y la Norica se pone en pie en

la cama luciendo una larguísima camisa de dormir. Fin y telón.)

 

 

FIN

Batillo, sobrino o nieto de Tía Norica.

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