EL HOMBRE DEL ROTULADOR AZUL Leyenda de un gaditano singular
por "Algaida"
Hace unos años por la ciudad de Cádiz, un joven se dedicaba a
escribir con rotulador grueso de color azul en sitios insospechados,
aunque manifestaba cierta preferencia por las fachadas de las
entidades bancarias, hoteles, juzgados y colegios religiosos.
- “Sois tan pobres, que lo único que tenéis es dinero“.
Era como el Mayo Francés al estilo gaditano. Se cuenta que en una ocasión entró con un plato de boquerones en vinagre en la iglesia del colegio San Felipe Neri en el momento en que el sacerdote alzaba el cáliz para la consagración al grito de:
- “¡Esa copa la pago yo!
Y añadió:
- “Y además invito a una tapa”.
Se coló en otra ceremonia religiosa y empezó a repartir gambas. Hubo un altercado y posteriormente un juicio. En ese juicio, el juez le preguntó si era verdad que se había colado a repartir ese marisco, a lo que respondió que sí y que además ¡eran frescas!
¡Vivan los orates!
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