GUILLERMO LANGLE RUBIO Arquitecto de Almería ®
Artículo: Milagros Soler Cervantes
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Nació en Almería en el año 1895. Cursó estudios en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid. En el año 1925 fue nombrado arquitecto del Ayuntamiento de Almería, cargo que ocupará a lo largo de toda su vida.
Contrajo matrimonio con Gloria Trujillo Rivas, que falleció en 1927, cuando el único hijo de ambos contaba apenas con once meses de edad. El 22 de Julio de 1932 contrae segundas nupcias con María Josefa Granados Bravo, con la que tuvo una hija y dos hijos (Josefina, nacida en 1933 y los gemelos Francisco y Plácido, nacidos en 1936)
Terminada la guerra se le abrirá un expediente de depuración por su actividad profesional durante el periodo republicano. Esto hizo que estuviera, de forma cautelar, sin empleo ni sueldo durante algunos meses. No obstante, pronto será rehabilitado, encomendándosele varios de los monumentos más importantes del nuevo régimen franquista como la Cruz de los Caídos o el Sagrado Corazón de Jesús en Almería.
Su condición de cristiano practicante y su actividad como arquitecto diocesano le habían vinculado, con lazos de profunda amistad, a Rafael Ortega Barrios, Vicario de la Diócesis de Almería. La influencia de este religioso, afín al régimen militar de los sublevados, fue decisiva en aquellos momentos.
Sobre la identificación política y perfil ideológico de Guillermo Langle, leemos en el artículo de Alonso Ruiz García, Doctor en Historia del Arte:
“Los tiempos eran cada vez más penosos y difíciles. La radio era una de las pocas distracciones y por la noche, casi de manera clandestina, y colocada en el interior de un armario para que hiciera el menor ruido posible, se conectaba a Radio Sevilla para seguir los famosos partes de guerra del general Queipo de Llano”
“Él (Guillermo Langle) personalmente levanta una puerta medio entornada y debajo aún se mueve la cabeza de una mujer moribunda, con su hija muerta en brazos. A punto de desmayarse por el impacto de esta escena, los bomberos le dan una copa de aguardiente para reaccionar. Las tormentas y los relámpagos le inquietarán para siempre, como recuerdo inconsciente de aquel miedo a los bombardeos. Llegará a odiar el Alzamiento Nacional por el horror y tragedia de estos bombardeos”.
Habla también este autor de varias citas recogidas de las notas autobiográficas del arquitecto, en las que Langle declara:
“La Guerra destrozó el porvenir de los que tuvimos la desgracia de vivirla y nos convirtió para siempre en seres tarados, nerviosos y pesimistas”
“Yo no soy rojo ni azul, ni de ningún otro color, sino un español cien por cien que deseo siempre lo mejor para mi patria”
Guillermo Langle permaneció en Almería durante toda la guerra civil. Su condición de arquitecto municipal le permitió, antes y después, moverse con libertad por todos los espacios de la ciudad y la provincia. Durante el periodo de mayor peligro, por el riesgo de los bombardeos, decidió trasladarse fuera de la ciudad. Propietario de un cortijo en Huércal, al ser este confiscado como vivienda para el cortijero, miembro a su vez del Comité Central, adaptará un cobertizo en el cortijo de su hermano Plácido, en el pueblo de Pechina, desde donde acudía a su oficina, primero en un transporte de viajeros y cuando este fue suprimido, en su propia bicicleta. Obtuvo del alcalde comunista Alférez un vale “especial” de alimentos dados por la Delegación Municipal de Abastos a sus funcionarios.
Rehabilitado después de la contienda, continuó su obra participando en la construcción de todo tipo de equipamientos para la cuidad, entre los que se incluyen además de edificios públicos y privados, fuentes, kioscos, templetes, mercados, iglesias, incluso monumentos que marcaron la identidad del paisaje urbano de su tiempo.
Entre los ejemplos más emblemáticos tenemos los bloques de pisos burgueses de la Plaza de las Flores (1924) o el de la calle Regocijos (neobarroco) , la Vieja Estación de Autobuses, la Iglesia de Torregarcía , la escuela de Arte, el edificio sede de la Policía Local (antigua Asociación de Asistencia Social) , los kioscos para cerrar la entrada a los refugios, “Ciudad Jardín” (1940-1947, con 245 viviendas unifamiliares adosadas), la iglesia de San Antonio, la Fuente de los Peces en el Parque Nicolás Salmerón, la casa Carmen Algarra, el kiosco de la Música, el colegio de La Salle y monumentos como el Sagrado Corazón o la Cruz de los Caídos.
Participó también en la restauración de varios edificios, como la Basílica de la Virgen del Mar. Si en embargo, su obra más popular y por la que nunca ha sido olvidado la tenemos en los Refugios Antiaéreos de Almería (1936 - 1939).
Su Antigua Estación de Autobuses figura entre los veinte edificios más importantes de Andalucía en la Arquitectura moderna del siglo X X.
PROYECTO DE GUILLERMO LANGLE PARA "CIUDAD JARDÍN"
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GALERÍA DE IMÁGENES
Fuente: Carlos Úbeda.
Edificio para viviendas burguesas en el centro de Almería
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Casa Don Pedro Aguilar en la calle Aguilar de Campoo (Almería )
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Casa de Doña Soledad Algarra, en la calle de Granada (Almería)
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Casa del arquitecto Guillermo Langle, en la calle Rueda López (Almería) Estaba comunicada directamente con el refugio antiaéreo que proyectó y diseñó Langle. La enfermería y el Hospital del refugio quedaban a pocos metros de su entrada. Se construyo en 1930 y fue ampliada en 1936. |
Colegio de la Salle en la Rambla de Almería.
· Fue concebido en su proyecto como cuartel de la Guardia Cívil. Guillermo Langle tuvo que remodelarlo para que sirviera a su nuevo propósito docente. |
Quiosco en la plaza Conde Otalia (Almería)
· Construido sobre la entrada al antiguo refugio antiaéreo.
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Cancela de entrada a la Cruz de los Caídos (Almería) |
Cruz de los Caídos |
Chalet de Don José Montoya (Almería) -1928-
"Este caserío vasco es un peculiar diseño para Antonio González Egea, terrateniente, banquero, consignatario de uva y político, Concejal y Alcalde de la capital en 1924, hijo de José González Canet, Senador y antiguo propietario de la Plaza de Toros y del Teatro Apolo de la capital. A lo largo de dos siglos fueron amasando una gran fortuna en propiedades inmobiliarias, entre las que destacan las fincas del hoy Parque Natural de Cabo de Gata, que entonces se dedicaba en buena medida a la producción de esparto en rama.
Antonio González Egea encarga este chalet a Langle por su gusto por la arquitectura vasca y montañesa. No llegó a habitarlo pues murió en 1936, cuando no estaba totalmente concluido, pasando a su hijo José González Montoya.
Aquí se alojó Franco en su primera visita a Almería el 9 de Mayo de 1943. La madera vista en en realidad hormigón armado pintado". Fuente: Carlos Úbeda
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ENLACES
UNA ALMERÍA PARA EL SIGLO XX. GUILLERMO LANGLE
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